Madrid-Barcelona.com
·3. Februar 2025
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El partido entre el Espanyol y el Real Madrid generó controversia por una jugada polémica. La acción protagonizada por Carlos Romero, defensor del Espanyol, sobre Kylian Mbappé desató una ola de comentarios en torno a la decisión arbitral.
Muñiz Ruiz sancionó la entrada con amarilla en lugar de roja, una decisión muy cuestionada. La jugada y la justificación del árbitro han puesto en duda su imparcialidad y la correcta aplicación de las reglas.
El momento clave que originó la polémica sucedió cuando Carlos Romero realizó una entrada desafortunada sobre Kylian Mbappé. En un intento de frenar al delantero del Real Madrid, Romero se lanzó de manera temeraria sobre su rival, impactando de forma violenta y peligrosa. A pesar de la clara agresividad de la acción, Muñiz Ruiz optó por sancionar la jugada con una tarjeta amarilla.
La entrada de Romero a Mbappé | Getty Images
En el momento del impacto, Mbappé mostró evidentes signos de dolor, lo que llevó a muchos a pensar que la entrada era lo suficientemente grave como para merecer una tarjeta roja. Sin embargo, el árbitro decidió no intervenir con una sanción más dura, lo que generó una gran sorpresa en los jugadores del Real Madrid y en los aficionados.
Muñiz Ruiz justificó su decisión en el acta del partido, indicando que la tarjeta amarilla se debía a que Romero derribó de manera “temeraria” a Mbappé “en la disputa del balón”. Muchos consideran que el árbitro dijo una mentira. Por un lado, al calificar la acción de “temeraria”, el árbitro está reconociendo implícitamente que la jugada fue peligrosa y pudo haber ocasionado una lesión.
Por otro lado, al afirmar que fue una “disputa del balón”, da a entender que Romero tenía la intención de jugar el balón y no de hacer daño a su oponente. Las imágenes demuestran que Romero no podía disputar el balón, ya que estaba lejos de él al momento del impacto. Esto pone en evidencia que la explicación dada por Muñiz Ruiz es completamente incoherente con lo que realmente ocurrió sobre el campo.
Un aspecto fundamental que ha incrementado la polémica ha sido el papel del VAR en este partido. El VAR está diseñado para corregir errores en jugadas críticas, pero en esta ocasión no se activó para revisar la entrada de Romero.
A pesar de la evidente peligrosidad de la jugada, el VAR, supervisado por Iglesias Villanueva, no intervino para sugerir que Muñiz Ruiz revisara la acción en el monitor. Este hecho fue criticado, ya que el VAR debería haberse usado en jugadas de riesgo y posible error del árbitro.