La Galerna
·17. Januar 2025
La Galerna
·17. Januar 2025
Buenos días. Como a estas horas sabéis todos perfectamente, el Real Madrid se clasificó anoche para cuartos de final de la Copa de S.M. el Rey al batir en la prórroga al Celta (5-2) en el estadio Santiago Bernabéu y precisamente el día en que se cumplían 70 años del primer encuentro oficial del recinto con ese nombre, tal como nos recordaba Alberto Cosín.
Decíamos que esto ocurrió “anoche” pero no es exacto. El partido se empezó a jugar anoche (ayer), pero terminó hoy, todo ello cortesía de los absurdos horarios de la Federación. Un descalzaperros, aunque al menos tuvo un valor simbólico. Lo empezamos a jugar en el ayer de Modric, por ejemplo,y lo ganamos en el hoy de Endrick.
Pues sí, un héroe. Podéis leer la crónica de Andrés Torres y las calificaciones de nuestros jugadores por parte de Genaro Desailly para más detalle, pero tanto una como otra coinciden en el papel esencial del joven brasileño. Entró con 2-0, cuando todo parecía indicar que su presencia en el campo era testimonial (los característicos tiempos intrascendentes que Carlo regala con suerte al meritorio), pero terminó encontrándose con una patata caliente en las manos al forzar el Celta la prórroga. El chaval no sintió la quemazón ni se inmutó ante lo inesperado. Cogió la patata abrasándose los dedos y la emprendió a dentelladas. Dos golazos de Endrick (uno en tiro lejano con la izquierda y otro de tacón), combinados con un nuevo y esplendoroso obús por parte de Valverde, pusieron en el tiempo extra las cosas en su sitio.
“Sofocón… ¡y goleada!”, sintetiza Marca. No está mal explicado. El sofocón fue el resultado de dos errores individuales que tuvieron lugar con 2-0 y que permitieron el empate vigués en el tramo final: una cesión tan imprudente como inexplicable de un descentrado Camavinga y un penalti evitable de un Asencio estupendo en general, pero demasiado visceral en esa acción. Solo por eso empató el Celta porque, tras un muy mal primer tiempo salvado con el gol de Mbappé, los blancos habían logrado tranquilizar los ánimos con un juego aceptable y ocasiones marradas. Nada hacía pensar que el Celta pudiera empujar hasta la prórroga, pero si “regalas dos goles” (Carletto dixit) cualquier escenario es posible. La sombra de una nueva hecatombe, la amenaza de un epílogo siniestro a lo de Yeda, sobrevoló el estadio.
Por otro lado, en sus bajos refleja Marca el fichaje de Dennis Smith Jr. para la sección de baloncesto. Este portanalista no entiende mucho de ese deporte, hasta el punto de haber creído siempre que Nigel Williams-Goss eran tres jugadores distintos, pero quienes saben de esto en el seno de La Galerna aseguran que es un fichajazo descomunal. Observaremos atentos.
Hacía mucho que no veíamos a Sport dedicar una portada al Madrid que no fuese para denunciar un presuntísimo favor arbitral, llamar “parche” al Zidane entrenador que se aprestaba a ganar tres Champions seguidas o censurar el precio de Modric. Pero oh, habíamos sido demasiado optimistas. En letra pequeña se nos informa de que Munuera Montero “fue protagonista al no señalar un penalti a favor del Celta que terminó en gol de Mbappé”. La jugada ofrece alguna duda más de lo que deja entrever esta frase, pero no sería descabellado afirmar que esta vez, y sin que sirva de precedente, el arbitraje nos fue beneficioso.
De lo que por lo que sea no habla Sport, ni tampoco Mundo Deportivo con cuya portada os dejamos ahora, es de la imputación sobre Laporta por haber protagonizado un fraude a una familia que había ganado la Primitiva, y cuyas ganancias les hizo perder el ínclito Jan robándoles (básica y presuntamente) cinco millones de euros. Lo que acabamos de escribir os puede sonar a caricatura extrema del personaje, pero no: es apelotantemente real, como podéis comprobar en este enlace.
Y ese sujeto, amigos, es el presidente del club cliente de Negreira. La verdad es que personaje y entidad encajan a las mil maravillas.
Pasad un feliz viernes.
MD