La Colina de Nervión
·14. Januar 2025
La Colina de Nervión
·14. Januar 2025
Kike Salas, de 22 años, ha sido una de las jóvenes promesas del equipo andaluz. Formado en las categorías inferiores del club rojiblanco, logró hacerse un hueco en el primer equipo durante la temporada 2023-24, destacando por su juego. Este buen rendimiento le valió la de renovación de su contrato hasta 2029 con el Sevilla FC, pero en la actualidad ha saltado a las portadas y noticias de todo el país por un motivo muy diferente.
La Policía Nacional ha detenido este martes a Kike Salas, acusado de presuntamente amañar tarjetas amarillas en partidos de Primera División para beneficiar económicamente a su entorno mediante apuestas deportivas ilegales. Según El Confidencial, el futbolista habría pactado con amigos cercanos provocar amonestaciones intencionadas en encuentros oficiales de liga, especialmente en la recta final de la temporada pasada, cuando el Sevilla FC no tenía objetivos competitivos en juego.
Este martes, el jugador ha declarado ante un juzgado de Morón de la Frontera, donde se le investiga por un presunto delito de estafa. El club, por su parte, no ha hecho ningún comunicado sobre esta situación. Sin embargo, LALIGA ha solicitado intervenir legalmente como parte acusadora en el caso de Kike Sales, según Zona Mixta.
Kike Salas recibió 10 tarjetas amarillas durante la temporada 2023-24, 7 de ellas en las últimas 9 jornadas. Su ausencia por acumulación de tarjetas en partidos clave, como el de la jornada 32 contra el RCD Mallorca, llamó la atención de las autoridades, ya que muchas de las amonestaciones se produjeron en los minutos finales tras acciones cuestionables.
Si el club decide apartar al jugador mientras avanza la investigación, tendrá que buscar alternativas en la plantilla o en el mercado de fichajes para reforzar el equipo. Esto supondría muy malas noticias para el Sevilla FC ya que Salas se había convertido en un jugador clave para el club.
Antes de la detención, Kike Salas estaba en la órbita de equipos europeos, entre ellos la Lazio, que había mostrado interés en su fichaje tras su destacada actuación en la última temporada. Sin embargo, este presunto escándalo ha golpeado su reputación y podría haber generado una notable devaluación de su valor de mercado.
La incertidumbre en torno a su presunta situación legal y la posible mancha en su historial dificultan que otros clubes apuesten por él, incluso si logra demostrar su inocencia. Esto no solo afecta al jugador, sino también al equipo de Nervión, que podría haber obtenido ingresos significativos por su traspaso.
La renovación de Kike Salas hasta 2029 parecía un paso firme del equipo de Nervión para asegurar a uno de sus talentos emergentes. Ahora, este contrato está bajo amenaza, ya que una eventual condena o la pérdida de confianza del club podría derivar en la rescisión del mismo.
El caso de Kike Salas no solo pone en entredicho la carrera de un joven futbolista, sino que también reaviva el debate sobre el impacto de las apuestas deportivas en el fútbol profesional. Por el momento, el Sevilla FC y la afición están pendientes de las últimas noticias de la investigación, que determinarán el futuro del jugador y del equipo en este difícil escenario.