La deuda del Celta con Iago Aspas | OneFootball

Foto: Octavio Passos / Getty Images

Iago Aspas pondrá punto final a su carrera en algún momento de esta década. De momento tiene contrato hasta el 30 de junio de 2026. Puede ser, es muy posible, su último contrato, y sigue la cuenta pendiente con un título, algo que no oculta: “Me gustaría seguir batiendo todos los récords posibles, y me gustaría, como a todo celtista, celebrar un título”, proclamó esta tarde en la rueda de prensa de su renovación.

Cuando regresó al Celta en 2015 lo hizo con esa ilusión. En ese momento habló abiertamente de esta posibilidad, algo que ha repetido a lo largo de los años. Desgraciadamente, la falta de ambición o de acierto del club le han condenado a que sus mayores éxitos sean las permanencias sufridas alcanzadas en estos años. En tiempos de Berizzo parecía que el club había dado un paso adelante, pero el argentino robaba los focos y acabó siendo fulminado, después de alcanzar tres semifinales, dos de Copa y una de Europa League, en dos temporadas.

Lo que vino tras la marcha del argentino fue una devaluación lenta pero imparable, que llevó al equipo a estar al borde del descenso en casi todas las temporadas, con la excepción de la dos primeras temporadas de Eduardo Coudet, donde en todo caso no pasó de una permanencia tranquila. Que no es poco viendo la trayectoria del Celta.  La falta de ambición o de competencia, o de ambas, le han privado de pelear por algo histórico.

El mejor jugador en la historia de nuestro club se retirará, salvo giro radical, sin levantar un título, y prácticamente sin opción de pelear por ellos. Este domingo llega una nueva reválida para el club en la eliminatoria ante el Racing de Santander. Un enfrentamiento muy complicado ante un buen equipo de Segunda División, que no le pondrá las cosas nada sencillas a los célticos. Es la penúltima bala para Iago Aspas.