Revista MadridistaReal
·10 January 2025
Revista MadridistaReal
·10 January 2025
El conjunto blanco venció por 3-0 al Mallorca en la semifinal de la Supercopa de España. Los de Ancelotti cuajaron un gran partido en el que, a pesar de un inicio dominante, no encontraron el gol hasta el minuto 63.
La mejora del conjunto blanco tiene muchas claves, una de ellas la mejora física del equipo. La continuidad de muchos futbolistas, ha permitido al equipo organizarse y encontrar el rumbo hacia la mejora futbolística.
En ese punto aparece un hombre que cada vez gana más peso: Eduardo Camavinga. El francés fue una de las grandes apuestas de Florentino y su directiva. Llegó hace 3 temporadas y ha sabido cumplir a la perfección con los pasos señalados para una proyección cada vez más evidente.
Como todos los jóvenes que llegan al Real Madrid, Camavinga ha pasado por un proceso de aprendizaje y crecimiento. Su figura ha ido emergiendo en el equipo y su rol ha ido cobrando importancia.
El francés es un futbolista total que ha ido puliendo los errores típicos de la juventud con trabajo, madurez y aprendizaje.
Si por algo ha destacado ha sido por su actitud dentro y fuera del campo. Camavinga rechazó a los mejores clubes europeos por venir al Real Madrid, pero no ha sido fácil. A día de hoy, mostrando su mejor nivel, ni siquiera es titular indiscutible. Hacerse un hueco en el Real Madrid es sumamente complicado, por uno mismo y por la competencia interna. En ese proceso, el francés ha sabido asumir su rol sin una mala cara.
Yasser Bakhsh/Getty Images
Ha confiado en Ancelotti y en sus compañeros, sabiendo que con el esfuerzo al servicio de su talento, su momento llegaría. La actitud del francés ha sido tan intachable, que cuando el equipo ha tenido urgencia ha jugado como lateral, posición en la que ha manifestado no disfrutar al máximo. Y no solo ha cumplido, ha sido de los mejores. El último ejemplo de esto ha sido la ultima gran remontada en Valencia, ya que Camavinga cambió el partido desde el lateral izquierdo.
Esta cuarta temporada, y tras la marcha de Kroos, se señaló como clave para definir el centro del campo madridista. Se abría un hueco enorme y se presagiaba un cambio generacional. Sin embargo, el francés vió como varias lesiones le alejaron del verde en el inicio de la temporada.
En este punto de la temporada, Camavinga se muestra en plenitud física, algo que ha coincidido con la mejora del equipo. El francés aporta energía al equipo, no solo en fase defensiva, también en la ofensiva. Su presencia permite al equipo adelantar la línea de presión y mejorar la salida de balón ya sea en circulación o en conducción. Además de ello, hace que todos los futbolistas ocupen mejor los espacios en aquellas parcelas en las que son más dañinos. En definitiva, Camavinga hace que el equipo sea mejor.
Sus compañeros confían en las cualidades de Camavinga y juegan más sueltos. El Real Madrid ha encontrado un pulmón que, a su intuición, ha ido sumando rigor táctico sabiendo elegir cuando contener y cuando soltarse el pelo.
Eduardo es ese futbolista que hace el trabajo sucio, ese que se realiza en las sombras y que muchas veces es difícil apreciar. En cambio, Camavinga es vistoso hasta para eso, porque aunque su ausencia se nota, su presencia se hace indispensable.
El crecimiento de Camavinga es progresivo, pero su titularidad empieza a ser tan evidente que cae por su propio peso. El Real Madrid ha vuelto a pulir un diamante en bruto que empieza a brillar con luz propia.