El Levante posee al MVP más prometedor | OneFootball

LaLiga Hypermotion es una cuna inagotable de talento. Al menos, eso viene demostrando temporada tras temporada. Constantemente, llegan al campeonato jóvenes prometedores que terminan derribando puertas. Uno de esos es, sin duda, Carlos Álvarez. Con 19 años, debutaba con el Sevilla en Primera División. Fue en aquella 22-23 en la que los sevillistas levantaron su última UEFA Europa League, a las órdenes de Mendilíbar. Tras ello, no apostaron los de Nervión por él. Sí lo hizo el Levante. Quizá se arrepientan. No lo hacen, desde luego, en Valencia.

Carlos Álvarez, progresión incansable en el Levante

Así, la temporada pasada aterrizaría en el Levante UD. Llegó sin apenas hacer ruido. Sigiloso. Prudente. Prácticamente tímido. Todo lo que ha terminado demostrando no ser sobre el verde. Porque ahí, sobre el terreno de juego, Carlitos se vuelve un descarado. Se transforma, inevitablemente, en un diablo de ideas malévolas para sus rivales. Le costó hacerse un hueco, pero terminó siendo titular en 23 ocasiones. Su equipo buscaba el ascenso y éste se escapó de largo. Pero el premio lo tenían los granotas en forma de futbolista ganado para la causa.

Porque sus tres goles y dos asistencias de la 23-24 quedan muy camuflados por sus prestaciones en la 24-25. Clase, calidad, dribling, asociación. Desparpajo. Descaro. Qué delicia para los sentidos supone disfrutar del baile que dibuja en cada jugada ofensiva. Carlos Álvarez se divierte en cada encuentro, el aficionado al fútbol sólo puede atender. Los que aman la Segunda División, podrán presumir de haberle visto nacer futbolísticamente. Su proyección invita a pensar en cotas mayores.

El líder del ataque granota

Julián Calero cuenta con pólvora arriba. Tiene a José Luis Morales, a Iván Romero, a Espí… Pero la orquesta no afina sin su director. Uno insultántemente joven. Capaz de desequilibrar con verticalidad en una zona inesperada para ello. Lo hace por dentro, donde sólo los genios imponen su ley.

Y así lo refrendó en una jornada 28 en la que los suyos recibían a un Mirandés líder. Los rojillos apretaron, los granotas resistieron. Y esperaron justamente a que él hiciese visible su varita mágica. Aprovechando los espacios generados por Iván Romero, apareció como un lince en el área. Su disparo cruzado batió a Raúl Fernández. Les mete de nuevo en la pomada. Les guía irremediablemente a una lucha que promete terminar apasionante. Es el MVP de la Jornada 28 de LaLiga Hypermotion. Y lo es liderando a un Levante aspirante.