Gracias, Carletto. Gracias, Luka. | OneFootball

Esta tarde, el Estadio Santiago Bernabéu ha sido testigo del final de dos carreras legendarias en el Real Madrid. Se cierra un ciclo, una época dorada, quizá la más importante en la historia del club, con la despedida de Luka Modric y Carlo Ancelotti, dos nombres que ya son eternos en la memoria del madridismo

Dicen que todo tiene un comienzo y un final, y es en días como hoy cuando uno entiende realmente el peso de esas palabras. El Bernabéu, vestido de blanco como en las grandes noches, ha rendido tributo a dos trayectorias que no solo han sido históricas, sino profundamente emocionantes. Porque lo que se ha vivido hoy en la Castellana no puede describirse de otra manera: emocionante, conmovedor, inolvidable.

Modric aplaudiendo a la afición del Real Madrid durante su despedida. Fuente: Denis Doyle/Getty Images

Como si de un guion cinematográfico se tratase, Modric y Ancelotti se despiden en una fecha especial para cualquier madridista. Un 24 de mayo, pero de 2014, cambió para siempre la historia reciente del Real Madrid. Aquel centro de Luka que sobrevoló Lisboa y aterrizó en la cabeza de Sergio Ramos marcó el inicio de una era gloriosa bajo la dirección de Ancelotti. Hoy, 591 partidos y 28 títulos después para el croata, y 353 partidos y 15 títulos para el técnico italiano, todos miramos atrás con una sonrisa, sabiendo que hemos sido testigos de algo irrepetible.

Manteo del Real Madrid a Carlo Ancelotti durante su despedida. Fuente: Denis Doyle/Getty Images

Se van del mejor club del mundo el jugador con más títulos y el entrenador más laureado de su historia. Se cierra una página brillante del libro blanco para comenzar a escribir la siguiente. Y aunque el futuro prometa, es inevitable mirar atrás con nostalgia. Esa misma emoción que llevó a Florentino Pérez , como a prácticamente todo el Estadio Santiago Bernabéu, a las lágrimas al entender que lo que parecía eterno, también debía llegar a su fin.

«Ha sido un viaje largo y maravilloso», decía Ancelotti. Pero, sin duda, me quedo con las palabras finales que Luka Modric le ha dedicado a todo el madridismo y que resumen perfectamente la tarde de hoy: «No llores porque se termina, sonríe porque sucedió».

Desde el corazón de un apasionado del fútbol: gracias, Carletto. Gracias, Luka.

Luis González