INSÓLITA CRISIS || Despidos, recorte a juveniles y la situación económica del Manchester United explotó al límite | OneFootball

El Manchester United no solo enfrenta una crisis deportiva bajo el mando del entrenador Ruben Amorim, sino que también atraviesa una delicada situación institucional. La llegada de Sir Jim Ratcliffe como nuevo propietario en febrero ha traído consigo una serie de ajustes económicos drásticos que han generado revuelo dentro del club y entre los aficionados.

Según informó el medio inglés The Sun, la dirigencia ha implementado recortes en diversas áreas, desde la reducción de personal hasta cambios en los servicios del campo de entrenamiento. Una de las medidas que más ha llamado la atención es la limitación del menú en el comedor del equipo, donde se han reducido los almuerzos a sopa y sándwiches, afectando a entrenadores y analistas, aunque los jugadores del primer equipo mantienen su régimen alimenticio habitual.

Otro de los recortes más significativos ha golpeado a las divisiones inferiores. En una decisión sin precedentes, los jugadores sub-18 del United no pudieron disputar su partido de la quinta ronda de la FA Youth Cup en el histórico Old Trafford, como era tradición. En su lugar, el encuentro se jugó en el Leigh Sports Village, un estadio con capacidad para 12.000 personas.

El cambio se realizó con el objetivo de ahorrar aproximadamente 8.000 libras esterlinas (9.200 euros), pero la medida ha sido vista como un duro golpe a la moral de los jóvenes futbolistas y a las tradiciones del club.

Además, más de 250 empleados han perdido sus puestos de trabajo desde que Ratcliffe asumió el control, y se espera que esta cifra siga aumentando en los próximos meses. El empresario también ha cancelado la tradicional fiesta navideña del club, ha incrementado el precio de las entradas y ha reducido los fondos destinados a una organización benéfica que apoya a exjugadores del United.

Mientras el equipo principal sigue luchando por salir de la parte baja de la tabla en la Premier League, los recortes económicos han generado críticas tanto dentro como fuera del club. Aunque Ratcliffe justifica estas medidas como un esfuerzo por sanear las finanzas, muchos temen que el Manchester United esté perdiendo su esencia y su compromiso con su legado histórico.