¿Kevin Viveros para la Selección Colombia? | OneFootball

¡Ojo pues mi gente! Luis Arturo Henao, el man que no se guarda nada, soltó tremenda bomba: entre Roger Martínez y nuestro goleador Kevin Viveros está el que podría reemplazar a Rafael Santos Borré en la Selección Colombia. ¿Y saben qué, parceros? Por fútbol, ganas y corazón, ese lugar tiene nombre y apellido: ¡Kevin Viveros!

Parce, lo de Kevin no es cuento. El man se ha convertido en el alma del ataque de Atlético Nacional en esta Copa Libertadores. Mientras otros se pierden en el ruido, él responde con goles, con jerarquía, con esa garra que nos representa. ¿Qué más tiene que hacer pa’ que lo llamen, ah?

Aquí no se trata solo de estadísticas, mi gente. Se trata de actitud, de compromiso, de ponerse la camiseta con orgullo y representar al país con verraquera. Y eso es justamente lo que Viveros ha mostrado desde que pisó el Atanasio. ¡Ese man se parte el alma en cada jugada!

Y ojo, que esto no es tiradera a Roger ni mucho menos. Él también tiene lo suyo. Pero lo de Kevin tiene otra vibra, otro flow, ese que se siente cuando el balón se acomoda en la red y el estadio estalla. El hombre está en su mejor momento, parchado con el equipo y enchufado como nunca.

Javier Gandolfi lo tiene clarito. Por algo lo puso como pieza clave en su esquema. No cualquiera se gana ese puesto en un torneo tan bravo como la Libertadores. Y si el profe confía en él, ¿por qué no lo haría también el profe Néstor Lorenzo con la tricolor?

Parce, a veces la vida es de momentos. Y este es el momento de Kevin Viveros. No hay que esperar a que pase el tren. ¡Hay que subirse y llevar ese talento paisa directo a la Selección! Que nos represente un goleador que la está rompiendo, que siente la camiseta y que sabe lo que es sudarla.

Así que desde ya le tiramos toda la buena energía a Kevin. Porque si hay justicia futbolera, su nombre va a estar en esa lista. Y nosotros, los de la hinchada verde, los del alma, lo vamos a ver allá arriba, dejando en alto no solo a Nacional, sino a todo un país. ¡Vamos Kevin, carajo!