Nadie pagará por los malos resultados | OneFootball

Tras tres temporadas lejos de la parte alta de la clasificación, el Sevilla FC afrontará el inicio de una nueva ventana de fichajes sumido en uno de los momentos más críticos de su historia reciente. La plantilla necesita cambios, pero el bajo límite salarial dificulta cualquier movimiento, por lo que las llegadas dependerán de las salidas. Con la figura de Víctor Orta siendo muy discutida por la afición, el trabajo de la dirección deportiva será crucial para reconducir la situación y empezar a aspirar a objetivos ambiciosos.

Movimientos en los días previos al inicio de mercado

Aunque el mercado de fichajes aún no ha comenzado, en las oficinas del Sevilla FC ya se han empezado a mover de cara a la próxima temporada. Con la figura de Víctor Orta cuestionada por parte de la afición, uno de los nombres propios de las últimas semanas es el de Alfon González. El extremo español tendría un preacuerdo con el club hispalense y pondría rumbo a Nervión tras finalizar su contrato con un Celta de Vigo que regresará a Europa ocho años después.

Por otro lado, aunque todo apuntaba a que la historia entre Suso y el Sevilla FC había llegado a su fin, la situación habría dado un giro de 180 grados en los últimos días. El extremo gaditano ha demostrado que, pese a ser uno de los futbolistas más veteranos de la plantilla, su calidad sigue siendo determinante. En un equipo con limitaciones evidentes, se ha convertido en una pieza de la que el club no debería desprenderse a la ligera. El propio futbolista anunció tras el partido contra el Villarreal CF que quería decidir “con el corazón”, y ahora la puerta del Sevilla vuelve a estar abierta, por lo que no se descarta que finalmente amplíe su vinculación con la entidad nervionense.

Respuesta sin consecuencias significativas en el Sevilla FC

Son momentos en el Sevilla FC de tomar decisiones difíciles, pero en mitad de la tormenta, finalmente, el club ha decidido no despedir a Víctor Orta. Tampoco se prevén cambios significativos en cuanto a la presidencia o al Consejo. Las acciones «correctoras» se limitarán a una fiscalización más estricta del trabajo del director deportivo y a un mayor control de las decisiones del presidente por parte del propio Consejo de Administración. Esta medida no aborda los problemas estructurales ni responde al profundo malestar de una afición que reclama cambios significativos para reconducir la delicada situación deportiva e institucional que atraviesa el club.

Tras una temporada marcada por continuas manifestaciones y un creciente malestar en la grada, la línea de actuación del Sevilla FC permanece inalterable. El club sigue sin introducir cambios de calado en su estructura directiva, y todo apunta a que continuará asumiendo las consecuencias de una gestión cuya respuesta, hasta el momento, no se corresponde con la gravedad de la situación que atraviesa la entidad.