REVISTA PANENKA
·31 October 2024
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En septiembre de 2023 el francés recibió la fatídica noticia de que tenía que poner en pausa su carrera durante cuatro años tras dar positivo en un control antidoping. Después de varios meses luchando por volver, el centrocampista francés ha conseguido reducir su sanción y todo apunta a que en marzo podremos volver a verle hacer diabluras sobre el verde.
Estamos acostumbrados cada día más a las despedidas dentro del mundo del fútbol. Existen de muchos tipos: las que son para siempre como las de Toni Kroos y Andrés Iniesta, las de jugadores que dejan el club de sus amores como Iker Muniain y Marco Reus, o las de aquellos gigantes que abandonan el primer plano para dar las últimas patadas al balón como Messi y Cristiano. Entre tanta partida, parece que el balompié dentro de poco estará de enhorabuena, porque uno de los jugadores más carismáticos y queridos del último lustro podría volver a pisar el verde. Damas y caballeros, abran paso a Paul Pogba.
El 20 de agosto de 2023 la carrera de Pogba dio un giro de 180 grados después de dar positivo por testosterona en un control antidoping de la Serie A tras un encuentro en el que el francés ni siquiera participó. Pese a que el jugador siempre manifestó su inocencia, recibió una sanción de cuatro años sin poder volver a vestirse de corto, algo que provocó que muchos sentenciasen su carrera. El futbolista, a través de un comunicado, manifestó que “el veredicto es erróneo. Estoy triste, conmocionado y desconsolado porque me han quitado todo lo que construí en mi carrera como jugador profesional”. Seguro que muchos también sintieron esa misma pena, porque a todos su juego nos ha llegado alguna vez hasta lo más profundo de nuestro corazón futbolero. Pero lejos de rendirse, Pogba se puso como objetivo luchar por volver a hacer lo que más le gustaba y recientemente ha logrado una reducción de la sanción por parte del TAS para que su trayectoria pueda reanudarse.
El 20 de agosto de 2023 la carrera de Pogba dio un giro de 180 grados después de dar positivo por testosterona en un control antidoping de la Serie A tras un encuentro en el que el francés ni siquiera participó
Seguramente muchos no se acuerden de su juego, y puede ser hasta normal, ya que para cuando vuelva en el mes de marzo habrá pasado año y medio desde la última vez que pisó el verde. No sé si seré la mejor persona para definir al francés, porque en mi opinión, dado sus complexión física, es un tipo de futbolista que no se asemeja a lo que te acabas encontrando. No suele ser habitual que un tipo fornido de 1’91m, que te tumba perfectamente con un choque combinado de su fuerza y su tren inferior, se convierta al mismo tiempo en un malabarista que con unas diabluras de balón te deja dando vueltas hasta no saber en cuántas partes te ha fracturado la cadera. Hablar de Pogba es hablar de una combinación de potencia y elegancia, algo parecido a lo que el Sr. Miyagi predicaba en ‘Karate Kid’: “Vuelo como una mariposa, pico como una abeja”.
Sin duda, un jugador diferente a los demás, de esos por los que vale la pena pagar la entrada o encender la televisión un domingo por la tarde, bien por esas jugadas que después de los 90 minutos terminan grabadas en tu memoria, o bien por esos cortes de pelo y esa celebraciones que muchos chavales acaban imitando a lo largo de las semanas. Además de todo lo mencionado, podremos volver a disfrutar de esos highlights que creaba casi sin querer, gracias a sus filigranas y sus zambombazos a portería; latigazos desde fuera del área que proyectaban una inverosímil curva que empezaba en la bota de Pogba y que solía terminar en la escuadra del arco rival.
El próximo mes de marzo no sólo será especial por la llegada de la primavera, sino que también lo será por la vuelta al fútbol de alguien que quiere al balón como al que más
Tras todo este tiempo sin él, quizás debamos reflexionar y perdonarle que haya sido de esos futbolistas talentosos que, sin llegar a ser reyes, se conformaron con ser príncipes, de esos talentos que cuando apenas rozan la veintena a muchos se les comienza a llenar la boca con especulaciones sobre sus opciones futuras de ganar el Balón de Oro, poniendo losas de presión y expectativas sobre sus hombros. Al final ya lo dice el dicho: “Uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde”. Puede que nunca haya logrado alcanzar su prime más absoluto o que no se repitiera esa fugaz regularidad a un gran nivel que tuvo en sus primeros años en la Juventus y que en 2016 le llevó a convertirse en el fichaje más caro de la historia, un traspaso que con el tiempo terminó diluyéndose en ese océano de sueños rotos que desde hace algún tiempo se llama Old Trafford. Lo que es seguro es que terminará convirtiéndose en uno de esos jugadores con los que a uno se le escapa una media sonrisa al hablar de él después de su retiro, y no de aquellos condenados a pasar sin pena ni gloria por nuestros recuerdos.
Sólo nos queda esperar, tanto a nosotros como al bueno de Paul Pogba. El próximo mes de marzo no sólo será especial por la llegada de la primavera, sino que también lo será por la vuelta al fútbol de alguien que quiere al balón como al que más. Por el momento todo parece indicar que ni Thiago Motta ni la Juventus contarán con él, así que habrá que estar atentos a sus próximos movimientos, y si a alguno se le hace larga la espera que esté tranquilo, porque como el propio Paul ha dicho en una entrevista al diario L’Equipe: “Marzo es mañana, llegará pronto”.
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Fotografía de Getty Images.