De La Cuna Al Infierno
·25 January 2025
De La Cuna Al Infierno
·25 January 2025
A lo largo de su historia, Independiente ha ganado muchos títulos locales, algunos con una clara preponderancia por sobre el resto y otros con algo de suspenso. Sin embargo, pocos, o casi ninguno, tuvieron la mística del Torneo Nacional de 1977, ganado por el Rojo hace, exactamente, 47 años.
En aquel certamen, el Rey de Copas llegó a la final tras finalizar puntero en la Zona D, en la primera fase. Luego, se impuso ante Estudiantes de La Plata en las semifinales, y llegó a la definición, en la cual se enfrentó con Talleres de Córdoba, en un formato de ida y vuelta. El primer encuentro, disputado en La Doble Visera, acabó 1-1, con un gol de Enzo Trossero de penal. Cabe resaltar, que el tardío inicio del Nacional (inició en noviembre, una vez acabado el Metropolitano), provocó que las finales tuvieran lugar el 21 y 25 de enero de 1978.
Sin embargo, en la vuelta, jugada en La Boutique, todo se tornó adverso para Independiente. Si bien, comenzó en ventaja por el tanto de Norberto Outes, la T lo dio vuelta, primero con un dudoso penal cobrado que derivó en el empate y, principalmente, con el aliciente de que el segundo gol del dueño de casa lo convirtió Ángel Bocanelli con ayuda de su puño, pero aún así fue convalidado. Mucho se hablaba de la predilección por un triunfo del equipo cordobés, ya que de este era simpatizante Luciano Benjamín Menéndez, uno de los militares que participó de la dictadura cívico militar que azotó a nuestro país entre 1976 y 1983, quien comandaba varios centros de detención clandestinos. Un éxito del Matador era visto como una oportunidad de hacer publicidad en la provincia y, al igual que en el Mundial que se disputó ese mismo año, hacer un lavado de imagen sobre el gobierno de facto con el fútbol como mecanismo de manipulación.
De vuelta en la cancha, el reclamo de los futbolistas del Rojo ante semejante injusticia no se hizo esperar, pero el árbitro, Roberto Barreiro, decidió expulsar a tres jugadores visitantes: Omar Larrosa, Rubén Galván y Enzo Trossero. De esta manera, el Rey de Copas debió continuar el partido con 8 y en desventaja. Tras el altercado, el propio Ricardo Bochini le pidió a José Omar Pastoriza, campeón de Copa Libertadores como jugador y entrenador del equipo en ese momento, que retire al plantel del estadio. Lejos de eso, la leyenda se metió en la cancha para decirle a sus dirigidos que el empate (que le daba el título al Orgullo Nacional por gol de visitante) era posible e inmortalizó una frase: "De acá no se va nadie, sean hombres y ganen".
Parece que algo sabía el Pato, quien además de la arenga decidió enviar al terreno de juego a Daniel Bertoni y a Mariano Biondi. Precisamente, este último inició la jugada que continuó con una pared del propio Bertoni con el Bocha, que definió para poner el 2-2 y así darle a Independiente uno de los títulos más épicos de su historia. Precisamente, ese día era el cumpleaños número 24 del maximo ídolo en la historia de la institución, que al final de su carrera, se retiró con 5 Copas Libertadores, 2 Intercontinentales, 3 Interamericanas y 4 titulos de Primera División, además de ser campeón del mundo en 1986 con la Selección Argentina.
Posiblemente, al revisar toda la historia del club, cuando haya que pensar en los momentos más memorables que se vivieron en 120 años, los primeros pensamientos vayan al gol de Bochini ante Juventus para ganar la Copa Intercontinental de 1973, al de José Mandinga Percudani para repetir el título ante Liverpool, en 1984, o al de Jorge Burruchaga ese mismo año en Brasil, frente a Gremio de Porto Alegre, en la última Copa Libertadores ganada hasta el momento, pero el 25 de enero de 1978, el Club Atlético Independiente dio una muestra de carácter ante las adversidades y el poder de turno para dejar en claro que será siempre el Orgullo Nacional.