Zidane, a un paso de cumplir su sueño | OneFootball

El anuncio de la salida de Didier Deschamps de la selección francesa ha desatado una auténtica revolución en el fútbol galo. Con la mirada puesta en el futuro, todos los focos apuntan hacia una figura: Zinedine Zidane. El exjugador y exentrenador del Real Madrid, que siempre ha soñado con dirigir a Les Bleus, parece estar a punto de cumplir su sueño.

La prensa francesa, encabezada por L’Équipe, ha iniciado una intensa campaña para que Zidane sea el sucesor de Deschamps. Las encuestas, los comentarios de exjugadores y la opinión pública en general respaldan de forma abrumadora la llegada del marsellés al banquillo de la selección.

La situación actual es muy diferente a la de 2022, cuando Noël Le Graët decidió renovar a Deschamps de forma unilateral. La salida del expresidente de la Federación Francesa de Fútbol y la presión de la opinión pública han cambiado el panorama.

Uno de los aspectos más destacados de esta posible llegada es la relación entre Zidane y Kylian Mbappé. El delantero del Real Madrid ha tenido sus diferencias con Deschamps y su futuro con la selección francesa ha sido objeto de especulaciones. La llegada de Zidane podría fortalecer la posición de Mbappé y garantizar su continuidad en Les Bleus.

La unión entre Zidane y Francia parece ser la solución ideal para ambas partes. El entrenador aportaría su experiencia, su carisma y su capacidad para gestionar un vestuario de estrellas. Por su parte, Francia tendría a uno de sus mayores ídolos al frente de la selección. El técnico marsellés tendría la oportunidad de formar un equipo a su imagen y semejanza, con un estilo de juego más ofensivo y vistoso.

A pesar de que todo apunta a que Zidane será el próximo seleccionador de Francia, aún quedan algunos desafíos por superar. La Federación deberá negociar las condiciones del contrato y el técnico deberá armar un equipo competitivo para el Mundial de 2026.

El futuro de la selección francesa parece estar escrito. Zinedine Zidane, el sueño de millones de aficionados galos, está a un paso de convertirse en realidad. Su llegada marcará un antes y un después en la historia de Les Bleus.