2025: un cuarto de siglo en donde ha pasado de todo (por @NachoJOsorio1) | OneFootball

Por Ignacio Osorio

Ya casi se cumple un cuarto de siglo. La cuarta parte del siglo XXI que, en el caso del fútbol chileno, ha tenido, y parece que seguirá teniendo por muchos años, todo lo que un hincha en su casa pueda imaginar.

Todo comenzó con un fútbol chileno inestable, resquebrajado y moribundo, donde los clubes no eran atractivos. Y cómo serlo, si la mayoría de ellos estaban quebrados o al borde de estarlo. Apenas dos años después de iniciado el siglo, Colo-Colo quebró en enero de 2002, poniendo en riesgo la continuidad del equipo más ganador y de mayor jerarquía del sistema. A esta delicada situación, un año y medio después, se sumó la quiebra de la Universidad de Chile, el otro grande del fútbol nacional. Con ello, se consolidó el modelo de administración que persiste hasta hoy: las Sociedades Anónimas Deportivas Profesionales (SADP).

Junto con las SADP, el primer hito futbolístico llegó de la mano de Colo-Colo 2006 y, probablemente, del jugador insigne de toda una generación: Matías Fernández. A pesar de no haber conseguido su objetivo —la Copa Sudamericana—, lo cierto es que el Colo-Colo de Claudio Borghi, Matías Fernández, Humberto Suazo, Jorge Valdivia, Gonzalo Fierro y compañía no solo marcó una época, sino que también sentó las bases del éxito de la Selección Chilena. Los años siguientes fueron una extensión de las bondades de ese equipo, el primer tetracampeón moderno del fútbol nacional.

Posteriormente, en octubre de 2009, La Roja clasificó al Mundial de Sudáfrica, hace ya casi 15 años.

Pocos meses después comenzaría a gestarse otro equipo histórico: la Universidad de Chile de Jorge Sampaoli. Liderado por Eduardo Vargas —mejor jugador de América de ese año—, Charles Aránguiz, Marcelo Díaz y Johnny Herrera, este equipo daría un impulso adicional a una ya competitiva selección que, en 2015, rompería un maleficio de cien años al coronarse campeona de América ante la Argentina de Lionel Messi.

Si bien los años inmediatamente posteriores estuvieron marcados por el aprovechamiento de los logros de Sampaoli y la Selección, también comenzó el principio del fin. La crisis de corrupción y los malos manejos situaron a la ANFP en un estado constante de crisis económica, acompañado de desempeños deportivos irregulares. Hasta hoy, el fútbol chileno, y en particular la Selección, continúan sumidos en esta inestabilidad, acumulando ya dos mundiales consecutivos sin clasificación y con pocas esperanzas de llegar a la cita de 2026.

Este es un breve resumen de lo que ha sido este primer cuarto de siglo, donde la crisis no solo estuvo presente al inicio, sino que sigue vigente en el presente. A pesar de contar con todas las condiciones para ser competitivos, algo parece llevarnos al auto-sabotaje, impidiéndonos dar ese paso definitivo que nos permita trascender más allá de ser una selección secundaria detrás de Brasil o Argentina.