Adiós a Chimy Ávila.- Cómo dueles, Comandante | OneFootball

Ezequiel «Chimy» Ávila, en la noche del día de ayer, puso fin a su etapa como jugador de CA Osasuna. Su legado es imborrable e indiscutible, así como la polémica que, siempre, ha acompañado y envuelto a su figura.

El Chimy Ávila y Osasuna. Osasuna y el Chimy Ávila. Esta es una de esas historias de amor que se viven con pasión, desenfreno, alegría, tristeza, subidas, bajadas, desengaños… en definitiva, una auténtica montaña rusa de emociones que, en ocasiones, no tiene por qué terminar de la peor de las maneras. Pero este no ha sido el caso.

Prólogo: Ilusión y expectativas

En el año 2019, Osasuna consiguió el ascenso a primera división tras designar a Jagoba Arrasate como técnico y conseguir una puntuación histórica en la, en aquel momento llamada, Liga 123. El club estaba en auge, estabilizándose económica y deportivamente, haciendo las cosas muy bien para volver a la élite y, esta vez sí, quedarse en la misma durante muchos años.

El verano se presentaba como un auténtico reto para Braulio Vázquez, diretor deportivo de Osasuna. Las arcas del club no contaban con una cantidad de dinero como para acometer fichajes de renombre, pero alguien debía despertar la ilusión de los rojillos de cara a lo que se venía. El proyecto era sólido y daba pasos constantes, pero era necesaria una punta de lanza. Entonces, el 10 de julio, en pleno San Fermín y tras 2,7 millones de euros, llegaba a Pamplona Ezequiel Ávila, conocido como el «Chimy», un delantero rosarino de 25 años y con experiencia en La Liga.

Sus características parecían las idóneas para el conjunto navarro: Delantero aguerrido, peleón, rápido, potente, asociativo e insaciable. O, lo que es lo mismo, el delantero perfecto para CA Osasuna y la guinda al proyecto de Arrasate.

Presentación del Chimy Ávila con Osasuna

Capítulo I: Los seis meses mágicos

Como podía esperarse, el Chimy cayó de pie en Osasuna y cuajó al instante como la referencia ofensiva del equipo. Lo que no estaba en el guión esperado era que fuera trascendental desde el primer partido y se convirtiera, con el paso de las semanas, en uno de los mejores atacantes de La Liga. Ávila dio la victoria a los navarros en su debut en Leganés y protagonizó grandes actuaciones en las semanas posteriores. El punto de inflexión llegó el 18 de octubre, cuando fue protagonista y artífice de la remontada de Osasuna frente al Villarreal en El Sadar, conectando de manera mágica con los aficionados y dejando fotografías para la historia. El Chimy ya era un referente rojillo más en tiempo récord.

Sus posteriores actuaciones contra Valencia, Alavés, Espanyol y Real Sociedad harían que Osasuna finalizara el año en una posición cómoda en la tabla, desplegando un gran juego ofensivo, valiente y dándole al Chimy tanto como el argentino le estaba dando a los navarros. La comunión club – afición – jugador ya parecía inseparable y el «fenómeno Chimy Ávila» era real.

El Chimy celebrando uno de sus goles con Osasuna de la temporada 2019/20

Capítulo II: La lesión y la salida frustrada

Como bien he mencionado anteriormente, el rendimiento de Ezequiel fue sobresaliente. Tanto fue así, que despertó el interés de gigantes de La Liga y a nivel europeo como el Atlético de Madrid y el FC Barcelona. El equipo catalán, necesitado de un delantero de urgencia en aquel momento, acudía al mercado de invierno en búsqueda de un perfil revulsivo, eléctrico y finalizador, que no se fuera tampoco de presupuesto. El nombre del Chimy Ávila venía como anillo al dedo y los culés estaban más que dispuestos a pagar su cláusula de rescisión de 15 millones, más de 12 millones de lo que Osasuna había pagado a San Lorenzo por sus servicios, tan solo seis meses antes.

Las peores noticias posibles llegaron y el Chimy, en lo que debía ser su último partido con Osasuna, frente al Levante, se rompió el ligamento cruzado de la rodilla izquierda, frustrando de inmediato su fichaje por el Barça (que optó por Braithwaite como alternativa) y perdiéndose lo que restaba de temporada. Osasuna perdió a su máximo efectivo y lo que hubiera sido, presumiblemente, una gran operación para los navarros. El club conseguiría salvar la máxima categoría a cinco partidos de finaliza la liga, con Ávila viendo «los toros desde la barrera».

Primera lesión de cruzado de Chimy Ávila

Capítulo III: Rumores, malentendidos y nueva lesión

Osasuna afrontaba la temporada 2020/21 con una motivación e ilusión especial: Era el año del centenario. Con el proyecto creciendo, asentado en primera división y recuperándose económicamente, el destino parecía sonreir al conjunto navarro. Nada más lejos de la realidad, el propio destino tenía preparado el futuro más cruel para el Chimy ya que, cuando ya se disponía a volver a disputar partidos de manera oficial, volvería a sufrir la misma lesión que ocho meses antes, esta vez en su rodilla izquierda.

El varapalo era aún mayor, puesto que los rojillos habían planificado toda la temporada contando con el rosarino y este, de realizar un buen desempeño, tenía detrás al Cholo Simeone y el Atlético de Madrid, donde suspiraban con su fichaje. Todo parecía estar saliéndole mal al Chimy, que volvería a ver una temporada completa desde fuera de los terrenos de juego y veía cortada su progresión, cada vez más.

El 19 de marzo del 2021, Osasuna produciría un magistral vídeo en el que promocionó el regreso del Chimy al verde y éste ayudaría al equipo a volver a conseguir el objetivo de la permanencia en el tramo final de la temporada. Con la campaña finalizada y ya completamente recuperado y con ritmo, Ávila se vio envuelto en una polémica política, que condicionaría y mermaría la estima de una parte de los aficionados de Osasuna hacia el jugador. Desde aquel momento, la relación entre el argentino y la grada de El Sadar jamás volvería a ser la misma.

El Chimy mostraba las cicatrices de sus dos operaciones de rodilla

Capítulo IV: Renovación en un ambiente enrarecido

La temporada 2020/21 fue una temporada consistente para el Chimy Ávila, consiguiendo buenos registros y dando victorias a Osasuna en partidos como contra el Villarreal, donde anotaría el gol de la victoria en el último minuto y lo celebraría de manera emotiva. El Comandante estaba de vuelta, pero el ambiente cuando hacía acto de presencia en El Sadar, a raíz de la situación previamente comentada, ya no era el mismo. El run run estaba presente y la tensión era palpable en el ambiente, pese a que el futbolista trataba de darle la vuelta con su rendimiento dentro del campo.

En medio de la situación, Osasuna renovó al argentino hasta el año 2026, en un acto de confianza hacia él y tratando de calmar las aguas entre la multitud rojilla. Osasuna, por tercer año consecutivo y con el Chimy renovado y completando su primera temporada completa ininterrumpida, volvería a conseguir el objetivo de la salvación, pero esta vez había la sensación de que el equipo estaba para grandes cosas y podía dar algún paso más en lo deportivo.

Chimy Ávila y Braulio Vázquez, en el acto de renovación del argentino

Capítulo V: La temporada soñada

La temporada 2022/23 fue absolutamente histórica para CA Osasuna. Desde el inicio y tras varias incorporaciones de nivel, el conjunto rojillo demostró que podía pelear por los puestos europeos. Además, poco a poco, fue progresando en la Copa del Rey y, tras varios años, ésta volvía a El Sadar para los cuartos de final. El Chimy fue clave en dicho partido, anotando el primer gol de los rojillos y volviendo a dar señales de aquel Chimy Ávila de los primeros seis meses. A nivel personal, Ezequiel no acababa de estar del todo cómodo en Pamplona y eso se trasladó al terreno de juego, donde vio alguna expulsión innecesaria y varias pasadas de frenada.

En Copa del Rey, el conjunto de Arrasate llegó a la gran final de La Cartuja y la segunda en toda su historia donde caería por 2-1 frente al Real Madrid, con el Chimy siendo suplente. En La Liga, Osasuna haría un esfuerzo mayúsculo y conseguiría la clasificación para la UEFA Conference League en la última jornada, frente al Girona y en El Sadar. Ávila volvió a ser suplente en dicho partido. El rosarino había perdido la titularidad, en beneficio de jugadores como Abde y Moi Gómez.

El Chimy Ávila celebra con rabia uno de sus goles clave en la temporada 2022/23

Capítulo VI: La caída y el final

Tras un verano convulso en los despachos, CA Osasuna comenzaba la temporada 2023/24 con una grandísima ilusión: La Conference League. Para clasificar a la fase de grupos, el conjunto de Arrasate debía eliminar al Brujas. En el partido de ida, el Chimy anotó el gol del empate, pero los belgas se llevarían el partido y, finalmente, la eliminatoria. Ezequiel, tras la marcha de Abde y la falta de efectivos en ataque, debía volver a ser la gran estrella de Osasuna y liderar el aspecto ofensivo de los navarros.

Las semanas pasaban y Osasuna no remontaba el vuelo, no cosechaba resultados y el Chimy, en el plano individual, acumulaba más de una expulsión por mala conducta. Ávila no tenía la mente en Pamplona y eso se plasmaba en su rendimiento, mermado, además, por nuevas lesiones. Con enero en el horizonte, Ezequiel se pedería la Supercopa de España en Riad, Arabia Saudí, última ilusión de los navarros, además de quedar eliminados de la Copa del Rey. Los ánimos en Pamplona estaban por los suelos y eran tiempos de cambio.

Con el mercado invernal abierto, varios clubes se interesaron en el rosarino, como ya era costumbre, pero, en esta ocasión, el Chimy Ávila quería salir de Osasuna. Tras varios días de rumores, incertidumbre y más tensión todavía en el ambiente, su representante admitió públicamente el deseo del argentino de salir del conjunto rojillo. El Chimy acabó firmando por el Real Betis, por un montante cercano a los 6 millones de euros, finalizando su etapa en CA Osasuna rodeado de polémica, así como estuvo casi siempre durante su estancia en Pamplona.

Tras cinco temporadas, Chimy Ávila abandona Osasuna

Epílogo: Bagaje y legado

Como bien suele hacer en todos los aspectos, el paso de Ezequiel «Chimy» Ávila no ha dejado indiferente a nadie. Se marcha un jugador diferente, incontrolable y con muchísima personalidad, para bien y para mal. Osasuna y el Chimy Ávila estaban destinados a encontrarse, pero también estaban destinados a separarse, antes de hacerse un daño totalmente irreparable.

Ávila sale de Pamplona por la puerta de atrás, tras anotar 29 goles con la elástica rojilla, envuelto en días tensos y polémicos, pero el recuerdo que debe recalar en la mente de todos los osasunistas debe ser el de esos seis meses mágicos, el del sacrificio tras las dos lesiones, el de las ganas de seguir adelante y el de compartir lema, porque «Osasuna Nunca Se Rinde», pero Ezequiel, tampoco.

Gracias por todo y suerte, Comandante.