Ahora sí que sí | OneFootball

Ahora sí que sí | OneFootball

Icon: La Galerna

La Galerna

·28 de febrero de 2025

Ahora sí que sí

Imagen del artículo:Ahora sí que sí

Escribo feliz. Han pasado casi cuatro meses desde que publiqué en estas mismas páginas “¿Qué demonios nos pasa?” y era fruto de una desesperación compartida con muchos otros aficionados. Tenemos el mejor equipo del mundo, pero no funciona, decía entonces. Y era tan desesperante como cuando, de niño, los Reyes te traían tu regalo favorito… sin pilas. Lo que hoy vemos es exactamente lo contrario. Nuestro regalo ya tiene pilas. Y tiene pilas para rato.

Me quejaba entonces de que el Real Madrid no era capaz de jugar en equipo como en años anteriores, y de que nuestra suerte quedaba solo a merced de la inspiración individual de sus estrellas, que por otra parte se habían vuelto amarronas hasta extremos solo comparables con el patio escolar. Combinar en el Bernabéu entonces, allá por noviembre, era algo que hacían en exclusiva los cocteleros.


OneFootball Videos


De medio campo en adelante, el Madrid se ha convertido en un show mágico donde cualquier cosa puede ocurrir. Lo justo es felicitar a Carletto porque la máquina ha despertado a tiempo

Hoy todo es diferente. El Madrid puede tener debilidades en defensa, pero de medio campo en adelante se ha convertido en un show mágico donde cualquier cosa puede ocurrir. Tengo para mí que hablaremos de esta delantera durante décadas. Vini está como una cabra y eso hace que sea imprevisible por dónde va salir. Rodrigo quiebra las leyes de la física con diagonales imposibles, hasta el punto de que el defensa lateral a veces ya no sabe en dónde está jugando. Bellingham y Mbappé combinan a velocidades indetectables por los radares de la NASA. Y el francés, además, ya no se enreda en recortes y bicicletas, va directo a la red.

Imagen del artículo:Ahora sí que sí

Cuando sale Brahim tiemblan los defensas rivales, porque un cambio de ritmo y dos paredes puede dejarlos clavados en el verde como el Coyote cuando atravesaba con la cabeza el asfalto dejando huir otra vez al cabrón del Correcaminos. E incluso, ya lo hemos visto, Endrick no necesita absolutamente nada para marcar goles. Cualquier día meterá uno desde el banquillo, o desde el hotel, sin estar convocado.

Lo justo es felicitar a Carletto porque la máquina ha despertado a tiempo. Estamos vivos en todas las competiciones y, no me gusta aventurarme, pero hay un aroma a felicidad en el horizonte que difícilmente podría truncarse futbolísticamente; es decir, sin negreiratos ni ataques de celos de Ceferin.

Ya nadie puede decir que el Madrid no juega a nada. De hecho, juega a demasiadas cosas en cada partido. Me atrevo a decir que tenemos un comportamiento mucho más dinámico en el campo, en cuanto a estilo de juego, que en temporadas anteriores

Yo mismo critico al entrenador por lo mucho que le cuesta dar más minutos a este o aquel, o por reservar los cambios al minuto 70 (a veces 70 y diez chicles), o por empeñarse en bajarle los humos a Asencio, cuando el chaval ni siquiera había exhibido humo alguno, excepto el que sale por las orejas de los delanteros rivales cuando se cruzan con él. Pero más allá de esas críticas, una vez más, Carletto lo ha vuelto a conseguir. Pase lo que pase, seguimos teniendo a los mejores jugadores del mundo, pero además ahora ya se entienden entre ellos.

Imagen del artículo:Ahora sí que sí

Ya nadie puede decir que el Madrid no juega a nada. De hecho, juega a demasiadas cosas en cada partido. Me atrevo a decir que tenemos un comportamiento mucho más dinámico en el campo, en cuanto a estilo de juego, que en temporadas anteriores. Lo hacemos en corto, en largo, tocando, directo, pasando por Modric, sin él, ceballeando al modo Kroos, o con un zapatazo de seis kilómetros de Asencio a los pies de Mbappé. Y otro dato: será por las lesiones, si quieres, pero cada vez tenemos menos “suplentes”. La sensación en este Madrid es que cualquiera puede ser titular. Y bordarlo.

Ahora ve tú y frena todo eso. Por una vez tenía razón Guardiola. No en lo que dijo, sino en lo que hablaba su expresión corporal en el banquillo tras ser arrollado otra vez por el Real Madrid. El gesto era claro: ¿qué demonios podemos hacer contra estos locos?

Getty Images

Ver detalles de la publicación