Offsider
·19 de diciembre de 2024
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·19 de diciembre de 2024
En el podio. Si el Estadio de Vallecas fuera un circuito de un deporte automovilístico, Álvaro García ya tendría su sitio. No sé si con una botella de champán o con una cerveza acompañada de unos buenos pinchos en algún bar de la Avenida de la Albufera, pero el utrerano ya es historia del Rayo Vallecano. Su tanto ante el Villarreal es su gol 34 con elástica de La Franja. Esto le consolida octavo goleador histórico del cuadro franjirrojo, empatado con Sergio Pachón y su compañero Adrián Embarba. Ahora bien, si solo contamos los partidos disputados en Primera División, el subidón del extremo izquierdo en la tabla clasificatoria es abismal. Igualado con Guilherme Alves, ya son 24 en la máxima categoría del fútbol español. Por delante, quedan únicamente Jon Pérez Bolo (25) y Alberto Bueno, con 28 dianas.
Porque estar por delante de leyendas como Míchel, Piti, Luis Cembranos o el propio Isi Palazón, sólo puede ser muestra de que hiciste y estás haciendo las cosas bien. Hablar de Álvaro García es hablar de una parte importante de la historia del escudo del Rayo Vallecano. Además de los registros mencionados, es el cuarto futbolista con el mayor número de partidos, concretamente, 245. Siete temporadas donde ha sido un pilar clave para la resurrección de los rayistas en el último lustro. Con una media de 4 goles y 3,5 asistencias por campaña, Álvaro sigue dejando su sello.
Con 32 años, la 2024/2025 no estaba siendo fácil para el ex del Cádiz. Las lesiones no frenan a un futbolista que es pasión y lucha. De hecho, en 18 jornadas de Liga, ha disputado 15 fechas. Pero si se disecciona un poco, sólo ha jugado los 90 minutos en un total de 5. Las rotaciones de Íñigo Pérez hacen difícil poder despegar a un futbolista en términos estadísticos, y más, si es de perfil ofensivo.
A final del partido, Álvaro se mostró muy emocionado ante los micrófonos del club: «Estar entre los mejores de la historia del Rayo para mí es un orgullo», afirmó con una sonrisa de mejilla a mejilla, esas que se agarra cuando celebra sus goles. Una lástima que no se pudieran conseguir los tres puntos, donde también mostró autocrítica por el mal juego de los suyos en algunos tramos a pesar de estar en superioridad numérica ante el Villarreal.
Sevillista de corazón, pero con un sentimiento rayista que nadie podrá romper. El utrerano lo ha demostrado rechazando ofertas importantes, tanto de rivales nacionales como de alguna que otra liga importante como la Premier League. Asimismo, nunca ha querido cerrar el ciclo con el Rayo Vallecano porque sabe que puede agigantar su leyenda aún más, donde para continuar, ha sido clave la comunión con el resto del vestuario que lleva haciendo hazaña tras hazaña desde que volvieron a Primera División en la 2021/2022.