MiBu Media Group
·28 de septiembre de 2024
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·28 de septiembre de 2024
FC Bayern München y Bayer Leverkusen no se sacaron diferencias y empataron 1:1 en el partido destacado de la quinta jornada de la Bundesliga.
Si hay algo que caracterizó al primer cuarto de hora fue una constante fase de estudio. Uno de los grandes atractivos estuvo en las jugadas de sus entrenadores. Por un lado, Vincent Kompany apostó por Raphael Guerreiro en el lateral derecho para intercambiar roles con Joshua Kimmich. Así es como el portugués podía sorprender por el medio y tener su espalda cubierta. Del otro, Xabi Alonso no se guardó nada e incluyó a Robert Andrich en la medular para acompañar a Granit Xhaka y generar el equilibrio en ese sector.
Ambos equipos se mostraron predispuestos a presionar alto y neutralizar a sus mejores jugadores. No es casualidad que hubiera entre dos o tres futbolistas cerca del poseedor para disputarse la tenencia de la pelota. En esa batalla se impusieron Los Bávaros que generaron una superioridad numérica en el mediocampo. La labor entre Kimmich, Pavlovic y Musiala permitió incomodar a la dupla Xhaka-Andrich y alejar a Florian Wirtz de la zona de influencia. Si bien disponían de mayor posesión les costaba ser profundos y llegar con peligro real al área rival. Por su parte, Las Aspirinas se paraban en bloque con su 3-4-2-1. La idea era bien clara: contener a Harry Kane y apostar al contragolpe. Aún así apenas pudieron salir rápido con transiciones, debido a la presión bávara que surtía efecto.
A los 31 minutos se rompió el cero. Un centro pasado de Alejandro Grimaldo desde el córner que bajó Xhaka derivó un remate cruzado de Andrich desde el borde de la medialuna. Un tiro con mucha potencia y colocación para batir a Manuel Neuer y poner el 0:1. Justo cuando la visita no había dado indicios para ponerse en ventaja. No obstante, la alegría duró poco para los dirigidos por Xabi Alonso. De un golazo a otro. Pavlovic se llenó el pie de pelota y convirtió el empate con una volea espectacular. Nada que hacer para un Lukas Hradecky que solo atinó a desviarla.
Ya en el segundo tiempo, el Bayern no bajó el pie del acelerador y continuó con el asedio. La presión que ejercía era tan alta e incansable, al punto que recuperaba muy rápido para empezar a construir juego. De esa manera manejaba los tiempos y sacó la cara más desconocida de todo un Leverkusen que venía de ser el último campeón. De hecho, no solo no lo dejó practicar su juego. Tampoco le permitió respirar y lanzar contragolpes.
Ni bien pasaron tres minutos del complemento tuvo la posibilidad de darlo vuelta en los pies de Serge Gnabry. Sin embargo se topó contra el palo y el travesaño que le negaron el grito por partida doble.
También aprovechó las falencias del Bayer 04 en defensa, aunque le faltó la puntada final. En especial en la pelota parada. Primero se dio el lujo de convertir en figura a Hradecky. El arquero finlandés achicó muy bien y evitó la conquista de Michael Olise que había llegado sin marca por el segundo palo. Después, armó una jugada preparada que despistó a la zaga rojinegra. Alphonso Davies apareció solo en el frontal del área y sacó un remate que se marchó apenas desviado. Sobre el final, Kimmich probó de media distancia, pero sin éxito.
En definitiva, Bayern y Leverkusen firmaron las tablas en un encuentro de alto voltaje y que no defraudó en absoluto. Si bien los Bávaros se mantienen como líderes en soledad, la sensación es de haber perdido dos puntos. No solo por no seguir con puntaje ideal, sino por no estar acertado en los metros finales. Del otro lado, Las Aspirinas se llevan un punto de oro, pero quedaron en el debe por su poca producción ofensiva.