Versus
·15 de noviembre de 2024
Versus
·15 de noviembre de 2024
Bolivia, próximo rival de Paraguay en la ruta al Mundial 2026, encajó un doloroso 4-0 en Quito y buscará hacer valer su asfixiante feudo en pro de no perderle pisada a los puestos de vanguardia.
La paliza de Guayaquil puso a Bolivia nuevamente con los pies en la tierra y demostró que es una seria candidata para el máximo Mundial desde su patio en la altura, pero en el llano sigue siendo el equipo de siempre.
Bolivia está fuera de la zona de clasificación directa y también de una eventual repesca. Marcha en octava posición, en 11 fechas, con 12 puntos igual que Venezuela, pero con la pesada carga de 14 goles de diferencia en contra.
La cara de su timonel Oscar Villegas, tras concluir el encuentro en tierras ecuatorianas el jueves, es el reflejo del sentimiento que recorre en la 'Verde': Adusto, serio, buscando palabras para recuperar el optimismo, sin caer en un desmesurado exitismo de que el Mundial de Norteamérica 2026 está a tiro de piedra.
Tras asumir la conducción de la 'Verde', el flamante director técnico tomó la decisión de cambiar el histórico escenario deportivo del Hernando Siles de La Paz, a 3.650 metros sobre el nivel del mar, y trasladar la sede al estadio de Villa Ingenio en El Alto a 4.150 metros.
Desde allí retomó la esperanza. Goleó 4-0 a Venezuela, arrancó una victoria 2-1 ante Chile en Santiago y derrotó nuevamente de local 1-0 a Colombia; pero luego se sumergió en su realidad, al recoger un lapidario 6-0 ante Argentina y un último 4-0 ante Ecuador. 10 goles encajados en los últimos dos lances.
Así las cosas, Paraguay visitará el martes a un equipo enfocado en hacer valer su ventaja natural. Con 16 unidades, la Albirroja encara a un rival directo: Bolivia tiene 12 y peleará por recortar distancias y volver a prenderse a la ilusión, lo que avizora un elemento más que atractivo para el último juego clasificatorio de la temporada.
Y mucho ojo. Bolivia carece de armas ofensivas, con un medio sector impotente para frenar al rival. Además, su muro defensivo se diluye lentamente y al final cae ante la incesante presión de los adversarios. Sin embargo, aquellos 4150 metros representan un desafío mayúsculo, hasta ahora insalvable para los visitantes.