SportsEye
·30 de abril de 2025
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·30 de abril de 2025
Nahuel Bustos atraviesa un momento atípico en su carrera con Talleres de Córdoba. El delantero, que supo ser la venta más cara en la historia del club, acumula tres tarjetas amarillas en sus últimos cinco partidos tras la amonestación recibida en la derrota 2-1 ante Platense el pasado 29 de abril.
Este registro disciplinario resulta particularmente llamativo para un futbolista ofensivo y contrasta notablemente con su nula producción en ataque durante el mismo período: cero goles y cero asistencias, a pesar de haber rematado al arco en seis oportunidades.
La situación actual de Bustos dista mucho de sus mejores momentos con la camiseta albiazul, cuando en su primer ciclo logró anotar 15 goles en 39 partidos, números que lo catapultaron como una figura destacada del fútbol argentino y le permitieron dar el salto al exterior.
El promedio de amonestaciones del atacante supera ampliamente la media habitual para jugadores de su posición en la Liga Profesional Argentina, donde los defensores y mediocampistas de contención suelen liderar este apartado estadístico.
A pesar de su bajo rendimiento ofensivo, Bustos continúa siendo parte importante en los planes del cuerpo técnico, participando regularmente como titular en los compromisos recientes del equipo cordobés. Sin embargo, esta acumulación de tarjetas podría derivar en una suspensión por límite de amonestaciones si mantiene esta tendencia.
El cambio en su estilo de juego, ahora más caracterizado por la entrega física y menos por la definición, plantea interrogantes sobre las causas de esta transformación. La frustración por la falta de goles, un posible cambio táctico en sus funciones o la presión por recuperar su mejor versión podrían explicar este comportamiento inusual en el campo.