Osasuna1920.com
·24 de agosto de 2024
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El estado de ánimo en el fútbol suele ser extremadamente volátil. Un solo gol o resultado puede cambiar rápidamente la percepción de los aficionados, pero si además de confluir estos dos elementos el equipo transmite buenas sensaciones en el juego, la ilusión se dispara. Eso es precisamente lo que ha ocurrido hoy en El Sadar.
La mayoría de los aficionados llegaban al estadio con serias dudas sobre lo que el equipo podría ofrecer bajo la dirección de Vicente Moreno. La incertidumbre, ya presente tras la desastrosa primera mitad del partido contra el CD Leganés, se había intensificado al saber que Jagoba Arrasate, el alma mater del osasunismo en los últimos años, podría dejar en evidencia la propuesta de Osasuna. Si las sensaciones hoy hubieran sido negativas y el equipo se hubiese visto superado por un rival directo, la semana habría sido muy difícil para Vicente Moreno. Pero ese no ha sido el caso, y el técnico valenciano sale del encuentro muy fortalecido.
El equipo mostró un juego colectivo sólido, con un ataque fluido y una defensa firme. Esta victoria es de gran importancia para el conjunto navarro, ya que refuerza el proyecto, sube la moral del grupo y fortalece la unión entre la grada, el equipo y el cuerpo técnico.