Grada3.COM
·12 de marzo de 2025
Drama en el Metropolitano: Rüdiger lo decide (otra vez) en la tanda de penaltis

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·12 de marzo de 2025
El Real Madrid volvió a hacerlo. En Champions. En su competición. Nadie se puede explicar el partido que, otra vez, no mereció sacar adelante. El Alteti jugó mejor, rozó el segundo en varias ocasiones y el Madrid, que resistió hasta los penaltis, volvió a hacer la del Etihad. Julián Álvarez y Llorente fallaron para el Atleti; Lucas erró para el Madrid, pero decidió Rüdiger, otra vez, en el último penalti, que entró llorando. El Real Madrid, a cuartos de final.
Todos los análisis, estadísticas, posibles tácticas, alineaciones y un largo etcétera se marcharon a la basura en el segundo 30 de partido. Inexplicable para el Real Madrid; éxtasis para el Atlético. Un buen balón desde la banda derecha se envenenó y Gallagher, que pasaba por allí, empaló a Courtois para poner el 1-0 en el marcador; e igualar la eliminatoria. El Metropolitano se volvía loco y arrancaba la noche de la mejor manera posible. Todo empezaba de nuevo para ambos equipos.
No se explica la pasividad del Real Madrid. No tiene ningún sentido jugarte la eliminatoria contra un rival de esta entidad y, no sólo comenzar con el 1-0; si no la pasividad en esa primera jugada. Tchouaméni fuera de posición; Mendy no achica y un boquete en el medio preocupante para iniciar el partido. No mejoraría nada el Real Madrid que sacó su versión más habitual esta temporada. Ni en ataque sabía qué hacer ante un perfecto Atlético, muy ordenado atrás y saliendo con mucho peligro con balón. Lo peor fue la pasividad, otra vez, de los 3 de arriba en tareas defensivas. El Atleti hizo la lectura perfecta y fue a por todas.
Eso sí, en el minuto 20, una mano clarísima de Giuliano Simeone dentro del área no se pitó. También totalmente inexplicable que una mano, separada del cuerpo, que corta un balón que va al área y desvía su trayectoria, no se pite como penalti. Ni el árbitro ni el VAR lo entendieron así y, como siempre, el debate se perderá en vanas explicaciones de reglamentos, normas y demás cuentos, sin que sepamos, en la próxima ocasión, qué se debe pitar. El criterio, al final, siempre parece subjetivo y siempre hay una excusa para refrendas estas decisiones.
En todo caso, sólo había un equipo en el campo: el Atlético de Madrid. El Real Madrid se perdía en pases horizontales, haciendo la del parabrisas, y la Araña, Julián Álvarez, quería picar y mucho al Madrid. Se sacó un remate de la nada contra Asensio en el 26 que paró bien Courtois. En el 40 también estuvo a punto de poner al Atleti por delante en la eliminatoria pero, de nuevo Courtois, le negó la mayor. Acabó la primera parte con un intento de gol olímpico que, define, perfectamente, lo que fueron los primero 45 minutos: un baño del Atlético.
El Real Madrid fue hundiendo poco a poco al Atlético al inicio de la segunda parte. Fue lento, poco a poco, el Atleti se cansaba, aunque seguía muy ordenado. No pasaba mucho, 1 balón peligroso desde la banda de Rodyrgo pero poco más. Ancelotti, en un alarde de lo que no es, movió el equipo con un doble cambio en le 60′. Entraron Lucas Vázquez y Camavinga por Modric y Tchouaméni. Y llego la jugada que podía cambiarlo todo para el Real Madrid en el minuto 70.
La única que tuvo Mbappé la espacio la resolvió como el jugador qué es, se fue de los dos centrales del Atlético y, cuando se plantaba sólo ante Oblak, Lenglet le agarró. Penalti. Era el momento para el Madrid. Iba Vini pero, le invadió el espíritu de Sergio Ramos en 2012 y lo mandó a las nubes. Devasatador para los de Ancelotti. El Atleti se creció, buscando a Julián Álvarez, que estaba superlativo. El partido se rompió pero sin moverse el marcador. Muchas imprecisiones del Madrid en sus hombre de arriba y, Correa, que salió desde el banquillo, casi hace la de siempre en el descuento. Se le marchó arriba. De Paul no podía más y pidió el cambio en el descuento. Todo parecía marcharse a la prórroga y así fue.
Mucho miedo. La prórroga inicio con los dos equipos con mucho respeto. Jugadores tiesos y, uno, que se erigía como el hombre para cambiar el partido: Correa. Incombustible, como siempre, volvió loco a Fran García y, al inicio, tras un pase tremendo de Oblak, a punto estuvo de poner el segundo para el Atlético. El Madrid deambulaba y el Atleti parecía mucho más metido en el partido, como todos los minutos anteriores.
No paso mucho en la prórroga, dos equipos muy cansados, con mucho que perder y no pasaba mucho. El Madrid, quizá, empujó más buscando el gol ante un Atleti muy cansado. No paso casi nada y el partido parecía abandonado a los penaltis.
Y llegó la tanda de penaltis. Oblak conta Courtois. Toda una lluvia de estrellas ante el momento más importante de la eliminatoria. El Real Madrid ya había errado 1, el de Vinicius. Ahora iba a ser distinto. Empezó Mbappé que engañó perfecto a Oblak. Sorloth siguió, y la clavó también. Bellingham tampoco erró. Julian Álvarez, para dentro, aunque se resbaló y casi acaba en drama. Pero apareció el VAR, Julián la había tocado con los dos pies y el gol no valió. Valverde y Correa no fallaron. Pero Lucas falló y dejó todo igualado de nuevo. Y Llorente la lío, recordando a aquella fatídica de Juanfran. Le dio al palo. Rudiger, como en el Etihad, la metió casi sin querer, Oblak la tocó pero no acertó a pararla.
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