Diario La Escuadra
·27 de febrero de 2025
El Dinamo Berlín: del éxito de la RDA a las sospechas de los amaños y conspiraciones
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Diario La Escuadra
·27 de febrero de 2025
Tras la muerte de Hitler, Berlín quedó dividida y el pueblo alemán perdió la potestad sobre la totalidad de su territorio, aunque no fue hasta 1961 cuando comenzó la construcción del famoso Muro de Berlín que no permitía el trasvase de personas entre un sector y otro, si bien es cierto que la separación ya estaba vigente desde 1949, cuando nació la RDA, gestionada por los soviéticos en el territorio teutón ocupado.
De esta forma, lo que había sido una misma liga para todo el país desaparecía y nacía la Oberliga en Alemania Oriental, que albergaría a los equipos de Alemania del Este, donde se encontraban el Dinamo de Berlín y el Dinamo Dresden, que rivalizarían durante los primeros años del nuevo país.
División de Alemania tras la II Guerra Mundial. | Foto: El Humanista
La STASI (Ministerium für Staatssicherheit, el Ministerio de Seguridad del Estado), gobernó la RDA con puño de hierro durante toda la existencia del territorio, y esto se trasladó al fútbol, pues Erich Mielke, que era un político comunista berlinés, estaba fuertemente convencido de que la capital del país debía tener el equipo más potente, pero no era así: el Dinamo Dresden se alzó como el primer campeón de la nueva competición liguera.
Erich Mielke, en un mitin.
Foto: Bundeszentrale für politische Bildung
De este modo, el propio Mielke tejió una red de futbolistas-espías (para evitar traiciones) en 1954, reclutando a los mejores futbolistas del conjunto de Sajonia con una única misión: ascender al descendido Dinamo Berlín y ganar títulos para afianzar a la entidad como la mejor del país, algo que consiguió gracias al Ministerio de Deportes.
La Oberliga-DDR ya estaba manipulada y prueba de ello fue que el conjunto de la capital ganó 10 ligas seguidas de forma incontestable (1979 – 1988). Esto se explicaba mediante su filosofía, que era básica: aquel jugador que destacaba, era fichado para el Dínamo de Berlín, sin posibilidad de negación. Esto, sumado a la evidente posesión del equipo por parte de las fuerzas del orden del país, hizo que aumentaran las sospechas hacia estos éxitos, amparados por el dopaje, el supuesto amaño arbitral y los favores políticos hacia la entidad, tal y como se conoció después de la desclasificación de archivos de la época.
La STASI no permitió ningún tipo de movimiento en falso: para evitar deserciones o huidas, la vigilancia era permanente y esto es exactamente lo que ocurrió con Lutz Eigendorf. El conocido como «Beckenbauer del Este» huyó a la Alemania Occidental en 1979 tras un partido ante el Kaiserslautern, donde jugaría más tarde. Considerado como un traidor, la STASI condenó los hechos y fallecería años más tarde en un accidente automovilístico. Solo en la ciudad, pues su mujer e hija habían quedado atrapadas en la RDA, acabó sumido en una depresión (sumada a su alcoholismo y lesiones) tras la noticia de que su esposa se había casado con un agente de la misma entidad que buscaba encontrarlo, aunque él mismo volvió a casarse después.
Lutz Eigendorf. | Foto: Kaiserslautern
Considerado un fugitivo de la República, pues hundió la reputación del régimen socialista de la RDA, quien sancionó con dos años de inhabilitación al futbolista, aunque la FIFA fue algo más laxa y se quedó en año y medio. Además no podía viajar con su nuevo equipo por razones de seguridad cuando el Kaiserslautern, que llegó a semifinales en la Copa de la UEFA de 1982, tenía que jugar en países soviéticos. Pese a sus primeros años exitosos fuera del radar de la STASI, no tardaron en encontrarlo y elaboraron un plan de búsqueda por Kaiserslautern y Braunschweig (fichó por el Eintracht en 1982), falleciendo sólo un año después tras estrellarse contra un árbol. Como volvía de un pub, la investigación se cerró tras los datos ofrecidos, que apuntaban a que el futbolista poseía un 2’2 de índice de alcohol en sangre, aunque testigos que estuvieron con él afirman rotundamente que eso no es posible, teoría que compartía Norbert Thines, el presidente del Kaiserslautern de entonces, que fue aún más lejos: «Lo asesinó la Stasi».
Coche de Lutz Eigendorf. | Foto: DFB
El equipo original desapareció poco antes de la reunificación alemana, en 1989, debido a la caída del Muro de Berlín y a la desaparición de la STASI, pero en 1966 se fundó el Dinamo actual, que juega en cuarta división (Regionalliga). Tras la disolución del SV Dinamo, el club sufrió una gran bancarrota que lo llevó a pulular por las clases más bajas del fútbol alemán.
En 1999, desde la entidad se pidió recuperar el escudo del anterior equipo y añadir estrellas de campeón para rememorar los títulos conseguidos durante la época de la RDA, pero la DFB se lo negó. Poco después, en 2001, se les permitió competir en quinta y en 2005 terminaron de pagar la deuda.
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