IAM Noticias
·1 de julio de 2024
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·1 de julio de 2024
España venció a Georgia 4-1, en Colonia, por los octavos cuartos de final de la Eurocopa. Remontó la ventaja del sorprendente equipo debutante y lo dio vuelta con los goles de Rodrigo Hernández, Fabián Ruiz, Nico Williams y Dani Olmo. Así. España logró su cuarta victoria en el torneo.
En cuartos de final, el conjunto dirigido por Luis de la Fuente enfrentará en los cuartos de final al local Alemania, que ayer eliminó a Dinamarca con un 2-0 (goles de Kai Havertz y Jamal Musiala), el viernes en Stuttgart, en lo que bien podría considerarse una final anticipada.
Georgia, que había impactado con su clasificación a los octavos de final, volvió a sorprender poniéndose en ventaja, a los 16 minutos, Robin Le Normand al intentar rechazar tuvo la mala fortuna de batir su propio arco. Fue el primer gol recibido por España, que había ganado sus tres partidos de la primera fase con su valla invicta.
España desplegó su juego ofensivo, agresivo y demoledor. Y antes de acabar el primer tiempo equiparó el resultado con un zurdazo cruzado de Rodrigo, a los 38 minutos. A esa altura el arquero de Georgia Giorgi Mamardashvili era figura, como en los partidos anteriores, y sus atajadas mantenían a raya los embates españoles.
En el segundo tiempo, España fue arrollador y a pesar de nuevas destacadas tapadas del arquero rival, la goleada llegó por demolición. Un cabezazo de Fabián Ruiz desequilibró la paridad en el marcador, a los 4 minutos.
Un golazo de Nico Williams, tras una veloz y larga carrera, un enganche y un derechazo lanzado desde su pie derecho abierto desembocó en el tercer gol español, a los 28 minutos. El ingresado Dani Olmo, con un zurdazo bajo a un rincón, generó un nuevo grito de festejo, a los 36 minutos.
En los partidos correspondientes a los octavos de final, ayer Suiza había dejado afuera a Italia, campeón de la pasada edición de la Eurocopa, superándolo 2-0 (goles Remo Freuler y Ruben Vargas) y hoy Inglaterra derrotó a Eslovaquia 2-1 en tiempo extra.
Ivan Schranz cerró una lucida maniobra colectiva de Eslovaquia, a los 25 minutos del primer tiempo, para poner arriba a su equipo. La sorpresa se empezó a acabar el minuto 94, cuando Jude Bellingham anotó la muy agónica igualdad. En consecuencia se jugó media hora extra y allí apareció el otro goleador inglés, Harry Kane para dar vuelta la historia, en Gelsenkirchen.