
La Galerna
·1 de mayo de 2025
¿Estamos centrados en intentar ganar la liga?

La Galerna
·1 de mayo de 2025
Buenos días, amigos. ¿Estamos centrados en intentar ganar la liga, cosa que aún es posible aunque demande la machada de ganar en Montjuic con medio equipo cojo y sin defensas? ¿Estamos concienciados respecto a la necesidad de enjugar en parte la amargura de una temporada aciaga haciéndonos en la mismísima cara del negreirato con un campeonato putrefacto?
Si nos centramos en las publicaciones de las últimas horas, o en la portada de Marca de hoy, la sensación es que no. La sensación es que estamos pendientes del futuro de Ancelotti y cosas así. Esto sonará duro queriendo como queremos mucho a Carlo, pero el único futuro de Ancelotti que importa ahora mismo es el de los últimos cinco partidos de esta liga malhadada. Cuando corresponda, le desearemos toda la suerte para lo que el resto de su vida profesional le depare, pero no ahora.
Ahora todo eso nos la refanfinfla, nos la trae floja y pendulona, como diría nuestro amigo Falstaff. Nos la sopla big time. Céntrense Carlo y todos los demás en tratar de cerrar este año infausto dando una alegría a los madridistas, cosa que está difícil pero no imposible. Hagan que los libros de historia recen esto:
“Después de ser lastimosamente eliminados por el Arsenal en la Champions, y perder de manera harto dolorosa la final de la Copa del Rey contra el equipo cliente de Negreira, el Madrid se rehizo moral y futbolísticamente para ganar una liga inesperada. Encadenó cinco brillantes victorias consecutivas, incluida la conquista de Montjuic por parte de un Mbappé y un Vinicius esplendorosos. El tropiezo posterior del equipo cliente de Negreira en Cornellá posibilitó que los blancos se alzaran con la MLN (Mugrienta Liga Negreira) en las propias fauces de un sistema corrompido. En la celebración del título, desde el balcón de la sede del Gobierno de la Comunidad de Madrid, Ancelotti recibió el cariño de la afición en su despedida. Se iba a Brasil, a Arabia o a donde le diera la gana”.
Está última frase, claro, no aparecerá en los libros de historia, pero sí aparece en el sentir de La Galerna. Dejen en paz el futuro de Carletto el año próximo, por favor. Nos la bufa. Nos la deja lisa, tía Felisa. Podríamos incluso decir que nos provoca indiferencia, con perdón. Carletto hará lo que estime oportuno, y se irá con toda la gloria y el reconocimiento que merece. Antes de eso, hay una misión que cumplir.
Cúmplanla. Si no es posible cumplirla, al menos hagan todo lo posible. La gente entenderá que con medio millón de bajas y el sistema arbitral puesto de uñas (de manera declarada) contra nosotros, no podamos hacerlo. Pero no perdonará jamás que nos entreguemos antes de haber invertido en la empresa hasta la última gota de sudor. Es lo menos que merece el madridismo después de un año que está siendo como beber cicuta.
También merece el madridismo (y Marca recoge el desafío en su banda lateral) que el equipo de baloncesto consiga, de momento, empatar su serie contra Olympiakos y soñar con la gesta casi imposible de sellar la remontada en Grecia. Hoy es el cuarto asalto, que puede bien dejarnos fuera de la Final 4, bien permitirnos soñar. Ánimo. Hala Madrid.
El resto de la prensa del día (también el presuntamente afín al Madrid diario As) se dedica a loar a Lamine Yamal como si ya hubiera conducido al equipo cliente de Negreira a conquistar la Champions League, una década después de ni olerla por el forro. Resulta que no solamente no la ha ganado aún, pese a ser un talento extraordinario, sino que no pudo pasar del empate en el encuentro de ida de semifinales ante el Inter, que se llevó un magnífico resultado para poder rubricar su pase a la final en su feudo.
Empate a 3 de los azulgrana, y gracias. Gracias porque el 3-4 del Inter fue anulado por un fuera de juego de esos que exigen un acto de credulidad de muy buena voluntad. Hasta un periodista como Paco García Caridad hablaba usaba en X el término “negreirazo”, y se permitía trasladarlo al ámbito de los arbitrajes europeos.
Está demostrado que el Barça se compró el sistema arbitral español vía soborno de Negreira, y existen además fundadas sospechas de que se garantizó arbitrajes europeos favorables merced al patrocinio aparentemente filantrópico de UNICEF en las camisetas. Luego se supo que el responsable de los arbitrajes UEFA era a su vez el vicepresidente de UNICEF, Senes Erzik. Ahora sabemos que Lamine Yamal tiene un acuerdo personal de patrocinio de UNICEF.
Ay.
Pasad un buen día.
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