REVISTA PANENKA
·6 de septiembre de 2024
REVISTA PANENKA
·6 de septiembre de 2024
En Panenka nunca hemos ocultado que nos interesan las historias de perdedores. Así que hemos celebrado a lo grande el triunfo que ayer logró San Marino, la perdedora por excelencia del fútbol de selecciones. Un combinado que, aunque no es capaz de llenar la mitad del aforo de su modesto estadio de 6.600 espectadores, ha arrastrado en los últimos años a una legión de seguidores en todo el planeta, buscadores de la esencia del fútbol, sibaritas de lo amateur que llevaban años esperando este momento. Al fin ha llegado: la ‘Serenissima’ ha festejado su primera victoria desde 2004 (y la única en partido oficial).
Fueron tres cuartos de hora de sufrimiento los que pasaron desde el gol de Nicko Sensoli, que desató la locura y descargó la tensión en el Olímpico de San Marino, hasta el pitido final que confirmaba que la selección de este país de apenas 61 kilómetros cuadrados y algo más 30.000 habitantes podía gritar su primer éxito en dos décadas. En la historia del fútbol de este microestado enclavado sin litoral entre las fronteras de Italia, quedará el tanto de un futbolista que, a sus 19 años, ni siquiera había nacido la última vez que habían vivido algo parecido en la república más antigua y a la vez más pequeña de Europa.
Sensoli, que juega en el Sangiulano City, la Serie D italiana, aprovechó una imprecisión de la defensa y el guardameta visitantes para adelantar a su equipo en el primer tiro a puerta del que disponían. Antes, a la media hora de encuentro, el VAR había anulado un gol a Liechtenstein. Tras el enorme estallido de alegría que supuso la diana de Sensoli, la agonía se hizo incluso más larga en Serravalle, con hasta siete minutos de añadido. Nada, en todo caso, comparado con el tiempo que ha tenido que pasar para que los sanmarinenses (y su legión de simpatizantes) hayan podido ver a su escuadra vencer otra vez.
El encuentro correspondía a la Liga D de la Nations League, por lo que supone la primera victoria en partido oficial para la peor selección del ranking FIFA (puesto 210). Un hito sin parangón, por mucho que se haya producido ante el mismo rival al que batió hace dos décadas, Liechtenstein, la 199 del mundo, la otra principal cenicienta del continente. En su caso, los del Principado llevan cuatro años sin conocer el triunfo (ganaron, precisamente, a San Marino en 2020).
Desde aquel otro 1-0 del 28 de abril de 2004 hasta el 5 de septiembre de 2024, los azules habían disputado 140 partidos, con sólo seis resultados distintos a la derrota: un extraordinario 0-0 ante Estonia en 2014; dos empates sin goles más en 2020, en este caso, ante Liechtenstein y Gibraltar (los mismos rivales que hoy tiene en su grupo de la Liga de las Naciones); y, más recientemente, tres igualadas ante Seychelles (0-0, 2022), Santa Lucía (1-1, 2022) y San Cristóbal y Nieves (0-0, 2024), combinados de países insulares de la mitad baja de la clasificación FIFA.
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Fotografía de las redes sociales de la FSGC.