RectanguloVerde.com
·6 de diciembre de 2020
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·6 de diciembre de 2020
Hace poco tuve un día de suerte en Ciudad Juárez. Encontré sin buscar, un libro de Eduardo Sacheri donde en uno de sus tantos relatos decía que “el fútbol se parece tanto a la vida que a veces da miedo”. Entiendo que los consejos en este negocio, se toman de quien vienen, como en la vida misma.
El incentivo a escribir un poco sobre lo que viene renglones abajo, fue la charla final (y cotidiana) entre Oribe Peralta y José Godínez en la semifinal de vuelta. No causó revuelo la escena, pasó desapercibida porque una vez más, lo mediático sigue sin comprender la esencia del futbolista: Venir de abajo, formar amistades y comprender que la rivalidad queda en la cancha.
Los consejos siempre son buenos. Aún y con esta afirmación, creo que existe algo que logra tatuarlos en el alumno y genera que no los olvide más: el respeto y la jerarquía de quien lo emite.
Como futbolista, imagino que entrenar a lado de tipos que antes mirabas en la tele mientras mamá servía la comida ha de ser algo espectacular. Pisar el vestuario y cambiarte junto a futbolistas con un amplio recorrido, experiencias y errores, son un “shoot” anímico que ni un experto en coaching podría provocar. El juego es, en ocasiones, tan simple que los más cotidiano, es los que impulsa a seguir adelante y superarse.
Los maestros del futbol son, en definitiva, una de las cosas por las que se puede vivir y disfrutar del día a día, y no los metales que al fundirse dan forma de trofeo, esos que solo se entregan a quienes convierten un gol más que el rival en las finales.
Los maestros del futbol te guían hasta el retiro. A partir de ahí, te acompañan todas las tardes de café mientras cuidas a tus nietos. Las anécdotas y las reflexiones fueron esculpiendo una forma de vivir que quisiera enfocarla solo al ámbito laboral, pero que termina permeando a la vida personal. Y es que uno no terminar de entrenar, va al vestuario, se cambia, cuelga en el gancho su personalidad, sale, se sube al coche, llega a casa y es un tipo totalmente distinto. Es imposible. El juego te esculpe, te curte.
Al menos a mí, me queda claro que lo que potencia un consejo es el respeto y la honorabilidad del emisor. Por eso después, personajes como Bielsa y Guardiola dicen frases que se vuelven verdades casi que absolutas, pero si se las escuchamos a un técnico de tercera división, sería imposible que trascendiera a la vida de muchos. Definitivamente, hay entrenadores que tienen buena prensa y aprecio de jovencitos tuiteros.
Daniel Guerrero | @dga_futbol