Menorca 76 – 81 Obradoiro: el Obra agua el Sant Antoni menorquín | OneFootball

Obradoiro gana su tercer partido consecutivo en Menorca con dos partes muy diferenciadas y mucho sufrimiento al final

Se disfrazó de aguafiestas el Obradoiro en unas fechas festivas para la isla de Menorca. Los de Félix Alonso resistieron al espectáculo de Kone (30 puntos, 35 de valoración) para llevarse la tercera victoria consecutiva a Sar y ver cómo brotan los primeros tallos verdes desde la llegada del leonés. Eso sí, no estuvieron exentos de sufrimiento. Y eso que parecía que todo iba rodado tras una gran primera mitad muy seria en lo defensivo. Aparecieron los triples locales y la ansiedad gallega en la segunda, pero Álvaro Muñoz puso la dosis de sangre fría necesaria para resolver una difícil papeleta. Pues Menorca, tras ir por debajo todo el partido, colocó el 72 iguales a dos minutos para la conclusión.

Arrancó mal el Obradoiro, pero de forma puntual. A la que consiguieron jugar con Balvin (17 puntos, 24 de valoración) de forma efectiva, daba igual qué planteamiento defensivo impusiese Menorca que salían victoriosos. Y, en defensa, obligaban a tiros forzados. Sin embargo, al igual que en Alicante, todo pareció desvanecerse en los segundos veinte minutos. Y apunto estuvo de costarles un buen disgusto. Quedan muchos conceptos que retocar y redefinir, pero, como dijo Félix Alonso en la previa, desde la victoria se construye mejor. El fin de semana que viene, en Burgos, habrá una nueva oportunidad de seguir creciendo en la final de la Copa de España.

Cone mantiene a Menorca

Félix Alonso, más allá de las constantes dolencias de Nacho Varela en su espalda, contaba con la baja de Oliver Stevic. El serbio, que hoy cumple 41 años, viajó con el equipo para seguir con su recuperación, pues se espera que esté disponible para la próxima semana. Apostó por un quinteto inicial tipo con Quintela, Davison, Millán Jiménez, Micovic y Balvin en pista. Y, los primeros cuatro minutos, fueron un absoluto desastre. Estancados en defensa, imprecisos en el pase adentro a Balvin, sumamente errático a su vez. ¿Lo positivo? Menorca estaba en las mismas y, además, dos de sus jugadores importantes como Arteaga y Alderete se colocaban con dos faltas personales por cabeza antes de lo previsto.

La segunda del `77´ la forzó Balvin mediante su primera jugada de mérito, firmando un 2+1. Una acción que supuso un antes y un después en este primer cuarto, pues con Arteaga en el banco el checo se hizo fuerte. Los pick and rolls de Obradoiro comenzaron a funcionar, con Ondrej dominando la zona a sus anchas. Tal fue el cambio que del 2-0 incial se pasó al 2-9, obligando a Javier Zamora a solicitar su primer tiempo muerto. La situación comenzó a ser límite para Menorca cuando Galán anotó el primer triple para los visitantes, colocando el +13 de ventaja (2-15), pero apareció Cone. El base, tras la marcha de Jordan Davis, ha cogido el testigo de anotador del triple menorquín.

Fuente: Redes Sociales `X´ del Obradoiro

Dos triples suyos y una canasta de dos saliendo de los bloqueos totalmente liberado, pusieron el encuentro patas arriba al final del primer cuarto (13-19). Pese a algún que otro error de comunicación en ataque por parte de los gallegos, la sensación era de dominio visitante. Menorca vivía de su anotador, mientras que Obradoiro contaba con muchas más armas para poder hacerle daño. Los menorquines destacan por realizar muchas variantes defensivas a lo largo de sus partidos y, en el segundo cuarto, iniciaron con un press a toda pista. La calidad de Quintela y los generadores gallegos hizo que, en varias ocasiones, fuese hasta una bendición para los de Félix Alonso, pues encontraban ventajas de forma más rápida y sencilla.

Dominio de Obradoiro

La modificación táctica se tradujo en un 2-11 de parcial para los visitantes, deteniendo de nuevo el choque Menorca. Aunque ofensivamente el equipo se había recuperado de ese impasse inicial, la distancia se estaba construyendo desde la defensa. Galán, tras perder un duelo con Lukovic en el poste bajo, entendió la forma de pararlo en el poste. Eso sí, quizás fue contraproducente, pues el serbio, al probar otras maneras de llegar al aro, encontró la manera de hacer daño. Él y Cone mantenían como podían a los suyos, anotando 15 de los primeros 19 puntos corales. Arteaga estaba desesperado con Balvin y Stephens, resistiéndose los locales por ello.

Cambiaron a un defensa zonal 2-3 en esa búsqueda constante de soluciones. Y, del 15-29 pasamos al 26-31. Fueron 2-3 minutos los que tardó el Obra en encontrar la vía para romper ese entramado defensivo. Álvaro Muñoz, con un triple desde muy lejos, indicó el camino, pero rápidamente lo secundaron sus compañeros. Con poco botes y un rápido movimiento de balón los fantasmas de remontada de Alicante se desvanecieron aunque fuese momentáneamente. Ahora les tocaba hacer a ellos el parcial y, con un 5-13, se marcharon trece arriba al descanso (31-44). Mucho tendría que mejorar Menorca, pues con 7/27 en tiros de campo y con dos jugadores aglutinando el 67% de sus puntos no era suficiente.

Fiesta de triples locales

Reaccionó, y de qué manera, Menorca en la reanudación. Cuatro triples de forma consecutiva por parte de Cone, Figueras y Mc Donell, desaparecido hasta dicho momento, redujeron la distancia hasta los seis puntos (43-49). El Obradoiro, al igual que el pasado domingo ante Oviedo, salía con la torrija tras el descanso y Félix Alonso se veía obligado a pararlo. No cambió en exceso la detención la dinámica, pues Menorca, y sobre todo Cone, se mantenían infalibles más allá del 6´75. Los exteriores pasaban por detrás del bloqueo alto, permitiendo así que Figueras y Gómez, entre otros, pudiesen tirar tras bote. Eso sí, el Obradoiro recuperó el acierto ofensivo para, al menos, mantenerse por encima de cara a los diez minutos finales (56-61).

Fuente: Redes Sociales `X´ del Obradoiro

La diferencia entre los dos primeros cuartos y el tercero había sido abismal. 31 puntos al descanso y 57 diez minutos después. La clave estaba en parar la hemorragia y saber mantener los niveles de ansiedad en un estado óptimo, pues ciertos errores precedentes llegaban, quizás, por una sobreexcitación o nerviosismo. Las catorce pérdidas así lo reflejaban. Y, tal vez movidos por esa necesidad, el Obradoiro salió enchufadísimo al envite final. Jugando al ABC del baloncesto, sin egoísmos y corriendo en transición siempre que existiese la posibilidad, recuperaron la ventaja de diez puntos (60-60) a 7:30 para el final.

Cuando todo parecía calmado, Menorca olió el miedo visitante y apunto estuvo de subírsele a las barbas. Balvin y Quintela firmaban una secuencia de 0 de 4 desde la línea de la personal, acciones que, sumadas a un nuevo triple de Cone y una antideportiva de Rati, permitieron a los de Zamora colocarse a tres (69-72). La preocupación se disparó cuando, tras una lucha y con un segundo reloj de posesión, McDonell anotó un triple a la remanguillé que empató un choque desequilibrado desde el inicio. Tiró de garra, de pundonor y, sobre todo, de sangre fría el Obradoiro para sacar el partido adelante. Micovic dio tranquilidad con un triple y Álvaro Muñoz, con los tiros libres, dio la puntilla definitiva.

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