Versus
·30 de mayo de 2025
Muchas quejas hacia el público; el ruido a debate en Roland Garros

Versus
·30 de mayo de 2025
En un deporte en el que el silencio debe ser sepulcral, la algarabía del público en la primera semana de Roland Garros en partidos con tenistas franceses ha suscitado críticas entre los rivales. ¿Pero influye ese ambiente en el resultado?
"¡Me han escupido!": derrotado por el francés Quentin Halys el miércoles en la volcánica pista 14, el serbio Miomir Kecmanovic describió un ambiente "horrible para jugar, una sensación desagradable".
En la pista Suzanne-Lenglen con su aforo para 10.000 personas, la polémica llegó con las declaraciones del español Jaume Munar, eliminado por el francés Arthur Fils, quien denunció "una falta de respeto absoluta".
- "Una batalla" - "Es el no parar de cantar, de interrumpir, al final lo que pasa es que no dejan que el juego avance, y parece un 'show', muy bonito para el espectador, pero también creo que deberían recordar que estamos aquí para hacer nuestro trabajo", denunció el mallorquín.
"Lo que no puede parecer es un circo, y hay momentos en que esto parece un teatro", sentenció Munar.
"Cuando ves al público en fútbol, en la NBA, aquí no es nada", estimó, desde otro punto de vista, Arthur Fils.
"Cuando vamos a Australia y jugamos con australianos, o a Nueva York con estadounidenses, hay tíos que te chillan al oído durante tres, cuatro horas", argumentó el francés.
Fils, con molestias físicas, destacó el papel del público, sin el cual hubiera tenido "un 0% de posibilidades" de terminar el partido.
El propio Carlos Alcaraz sabe lo que es tener que lidiar con el público francés cuando éste apoya a uno de los suyos. Lo sufrió en su derrota ante Ugo Humbert en el Masters 1000 de París en 2024, y contra Hugo Gaston tres años antes en el mismo torneo.
Con 38 años y 24 títulos del Grand Slam, Novak Djokovic parece más resignado; "Es una batalla, no sólo contra el adversario".
También el jueves, en su partido contra el francés Corentin Moutet en la Suzanne-Lenglen, 'Djoko' tuvo que detenerse un momento al saque para lanzar al público: "¡Eh, un respeto!".
El serbio se refirió al asunto, sonriente en sala de prensa: "Permanecí tranquilo todo el partido, no fue fácil visto el ambiente pero es normal contra un francés".
Anteriormente esta semana había estimado que en París, la gente es más "ruidosa, más apasionada" que en otros torneos 'Grandes'.
Aunque a diferencia del Abierto de Australia, donde el serbio logró diez títulos, Roland Garros aún no ha instalado un bar junto a una de sus pistas.
En enero en Melbourne, el canadiense Felix Auger-Aliassime y el español Alejandro Davidovich, que se enfrentaban en una pista vecina a la que cuenta con el bar, pidieron un cambio a una pista más alejada del ruido.
La rusa Anastasia Pavlyuchenkova también protestó por la actitud de los espectadores en la pista 6: "La gente estaba borracha y gritaba, comía y bebía".
- "Lo siento" - Djokovic, que a menudo parece sentirse cómodo en ambientes hostiles, inspira a algunos jugadores como el checo Jakub Mensik, vencedor en primera ronda ante Alexandre Müller, que imitó los gestos de un director de orquesta mientras arreciaban los abucheos.
"Es así como son los franceses, lo siento", afirmó, por su parte, el presidente de la federación Francesa de Tenis Gilles Moretton. "Apoyan a sus jugadores y quizá hacen demasiado ruido".
"Creemos que esa atmósfera es buena para el tenis, si va demasiado lejos debemos decir algo", puntualizó.
Para el N.1 del mundo, Jannik Sinner, que ha eliminado en la primera semana a dos jugadores locales, Arthur Rinderknech y Richard Gasquet, el público se mostró "muy respetuoso".
"Lo más importante es hacer un buen partido. Para eso viene la gente a ver tenis, ¿no?".