Revista MadridistaReal
·6 de noviembre de 2024
Revista MadridistaReal
·6 de noviembre de 2024
La tercera derrota del Real Madrid en lo que va de curso se produjo ante el Milan, en el Estadio Santiago Bernabéu, y provocó un cisma en Chamartín como hacía mucho tiempo que no se veía. La mala imagen del equipo, el mal juego y los resultados no están siendo para nada esperanzadores, y Chamartín empezó a buscar culpables. Tras la debacle del Clásico, el conjunto blanco tenía la oportunidad perfecta de redimirse en su competición fetiche y ante un gran rival, pero finalmente, el coloso lombardo, dejó en evidencia todas las carencias que sufre el club a día de hoy.
Uno de los grandes señalados tras la tercera derrota del curso es ya Carlo Ancelotti, que parece no dar con la tecla esta temporada, a diferencia del año pasado. Muchos se olvidan de lo que ha conseguido el técnico italiano en el Real Madrid, la gestión que tiene con el vestuario y cómo se maneja en situaciones adversas. Pero lo cierto es que en el fútbol, como en la vida misma, el presente es lo que importa y más aún en el Real Madrid.
El equipo ha encajado siete goles en los últimos dos partidos; de la solidez defensiva que tanto recalca Ancelotti, ni rastro; y de los goles que debería marcar un equipo que cuenta en sus filas con Vinicius, Bellingham, Mbappé y compañía, nada de nada. El Madrid parece que se ha convertido en un equipo sin ganas de ganar, sin hambre y sin colmillo, ni siquiera en las grandes citas europeas, cuando antes era su pan de cada día eso de: «Cuando suena el himno de la Champions, el Real Madrid se transforma». Pues bien, ante el Milan, al igual que frente al Lille, el equipo ni estuvo ni se le esperó.
Los aficionados abandonaron el Bernabéu antes del gol anulado de Rüdiger que finalmente no subió al marcador. El fiel reflejo de lo que estaba sucediendo lo transmitía la grada, que no aguantó más, y ante la actitud del equipo y el juego de los de Ancelotti, se fueron antes de tiempo, como ya sucedió ante el Barça. Lo fácil es criticar a Ancelotti. Ya lo sabemos. El entrenador siempre será la figura más damnificada de un equipo de fútbol. Es más fácil sacar a uno que a veinticinco. Eso es así. Pero lo cierto es que, Carlo Ancelotti, es el mejor entrenador posible para este Real Madrid lleno de egos, de estrellas y de jugadores que lo han ganado absolutamente todo.
La realidad es que, a día de hoy, está más cuestionado que nunca. Y con estas líneas quiero acabar haciendo varias preguntas: ¿Es justo? ¿Es justo señalar a un entrenador que ha elevado al Real Madrid a lo más alto? ¿Es justo criticar a un técnico que es el más laureado de la historia del Real Madrid por detrás de Miguel Muñoz? ¿Es justo poner el foco de la culpa en el entrenador con más Champions de la historia? ¿De verdad el entrenador es el gran problema? ¿Qué haría pensar que otro entrenador podría cambiar el rumbo? ¿Qué entrenadores hay en el mercado que mejoren a Ancelotti? El problema reside mucho más allá del entrenador, y no verlo, sí que es un problema.