Ovechkin ya es el máximo goleador de la historia de la NHL | OneFootball

El ruso Alexander Ovechkin ha batido en el UBS arena de Nueva York un récord que muy poca gente -de hecho el comisionado lo reconoció- imaginó que se rompería. Ha marcado su gol número 895, superando los 894 de la leyenda Wayne Gretzky, que estaba presente en el pabellón.

Camino a los 895

Los Washington Capitals draftearon a Ovechkin en el primer pick del Draft de 2004 después de conseguir esa primera selección en la lotería tras una mala temporada. El ruso venía de hacer un buen papel en Europa, pero todo el mundo miraba a Pittsburgh y a su nuevo center, Sidney Crosby, que sigue jugando a día de hoy. Nada más llegar se encontró con la huelga más grande en la historia del deporte americano, que suspendió toda la temporada 2004/2005.

Estos dos hombres comenzaron una gran rivalidad que le ha dado muchísimas alegrías al hockey sobre hielo. Sin embargo, todas las alegrías cayeron del lado de los Penguins y Ovechkin, como tantos otros en la historia, nunca tenía equipo para competir por el título. Entre 2015 y 2018 tuvieron años muy buenos, con dos President’s Trophies. Cuando no se lo llevaron fue en ese último año en el que por fin consiguieron ganar la Copa Stanley ante unos Golden Knights que acababan de nacer. Aquella temporada fue brutal para «Ovi», con 49 tantos marcados.

Ovechkin levantando el trofeo en 2018.

Después del título, volvieron años malos, polémicas varias por su apoyo a Putin -que mostró pero negó- y de un tiempo a esta parte, Wayne Gretzky. El objetivo de perseguir la cifra goleadora que hasta ahora parecía imposible del que todos consideran el mejor hombre que jamás pisó un rink. Ovechkin consiguió empatar el récord la noche del viernes al sábado en Washington ante Chicago, curiosamente en el partido 1487 tal y como había hecho Gretzky.

Homenaje al más grande en NY

Aunque la temporada de los Capitals está siendo buena en líneas generales, hoy lo único que importaba era el récord de Ovechkin. Así quedó demostrado cuando sus compañeros lo buscaban constantemente y con la derrota ante unos Islanders peores sobre el papel en un partido no muy bueno.

A falta de 12:·34, con los Islanders en inferioridad numérica, el pabellón explotó cuando Ovechkin marcó el gol. Su familia saltó de emoción y se emocionaron también el comisionado Gary Bettman y Gretzky, que estaban en el pabellón. Nada más ese balón entró, todos los jugadores corrieron a abrazar al número 8.

Como era más que previsible, el partido se detuvo y el ruso recibió una ovación larga por parte de aficionados de ambos equipos, que estaban mezclados en la grada. Justo después, se fue a abrazar a su entrenador y a todo el staff técnico de los capitalinos. Rápidamente se montó un pequeño escenario en el hielo mientras se emitía en el jumbotron un vídeo de su familia que emocionó a Ovi. En esa ceremonia, tanto Gary Bettman como Wayne Gretzky se deshicieron en elogios hacia él.

El momento más importante de la ceremonia llegó evidentemente cuando Alex Ovechkin tomó el micrófono para dirigirse al público. En su discurso, agradeció a la franquicia, a sus compañeros, a la familia e incluso al portero rival. De todas formas, la frase fundamental de su breve speech fue «we did it» (lo conseguimos), dejando clara la importancia del equipo.