La Colina de Nervión
·27 de enero de 2025
La Colina de Nervión
·27 de enero de 2025
El retorno de Ejuke, la persistencia genial de Lukebakio, el inmenso Bade, que marcó y estuvo a punto de marcar, y un esquema de equipo que cada día sabe más a lo que juega y juega más a lo que sabe, son paisajes de aptitud que mueven a la confianza. El empate del Sevilla Fútbol Club ante el Espanyol, como en la tarde del Valencia, otra vez no fue justo, pero el sábado el equipo estuvo en el campo mucho mejor y solo la ineptitud del árbitro y la mala suerte nos privaron de los tres puntos.
La victoria en Girona abrió algo muy relevante en la vida de cualquier sistema vivo, como es el sevillismo, algo que en teoría evolutiva se llama paisajes de actitud. Los paisajes de aptitud son un concepto clásico para pensar en la relación entre el genotipo y la aptitud. Después del Girona y del traspié injusto ante Español, el Sevilla Fútbol Club tiene unos paisajes de aptitud mucho más positivos de lo que esperábamos, incluso el sevillismo apócrifo.
El Sevilla Fútbol Club de Pimienta ha encontrado la ventaja evolutiva que le va a conducir hacia arriba, que no son otra cosa que la profundidad de Lukebakio, el desborde de Ejuke y la solidez de Bade. Los genes de la genialidad de estos jugadores son para este Sevilla paisajes de actitud en una población que reflejan una preferencia adaptativa o ventaja en ciertas condiciones, como la liga española del momento.
Es como si en un grupo de organismos (por ejemplo, animales o plantas) algunos tuvieran características genéticas que les dan una ventaja para sobrevivir o reproducirse en su ambiente. Esos genes «ventajosos» se vuelven más comunes con el tiempo porque los organismos que los tienen dejan más descendientes. Este cambio en la frecuencia del gen del pelaje blanco en los osos polares es un pasaje de actitud: el ambiente «favorece» el gen blanco porque le da una ventaja adaptativa.
Y por encima de todo, ese espectro de pares GG (genético genial) está una propiedad epigenética como la estabilidad y la seguridad que ha insuflado al equipo y, de camino, al Sevilla Fútbol Club García Pimienta. Se anuncia la llegada de Akor Jerome Adams, delantero nigeriano de solo 24 años. Ojalá sea el compañero deseado de Isaac. Otra apuesta de futuro en el modelo de negocio que nos hizo grandes. Esperemos que este sea el nuevo paisaje de aptitud que necesita el gol, que es lo que requiere este Sevilla para poder consolidar esta preferencia adaptativa en una liga que, a pesar de todo, sigue siendo la mejor liga del mundo.
«Si la genética es el abecedario, la epigenética es la ortografía» (Manel Esteller)