Da igual la pelota
·7 de mayo de 2025
PSG 2-1 Arsenal: Los de Luis Enrique se plantan en Múnich frente al Inter

Da igual la pelota
·7 de mayo de 2025
En París se vivió otra noche grande de Champions. La vuelta de semifinales entre el PSG y el Arsenal arrancó con los ingleses apretando con fuerza. Rice rozó el gol con un cabezazo tras un robo alto y Martinelli se topó con una intervención salvadora de Donnarumma a bocajarro. El PSG sufrió en los primeros minutos, superado por la intensidad y la valentía de los de Arteta, que salieron a por todo desde el primer minuto. Sin embargo, poco a poco el equipo de Luis Enrique se asentó en el campo, tomó la posesión y empezó a marcar el ritmo del partido.
El primer golpe llegó en forma de golazo. Fabián Ruiz controló en la frontal, recortó con calma y sacó un zurdazo seco y ajustado que se coló pegado al palo de la portería de Raya. El tanto desató la locura en el Parque de los Príncipes y obligó al Arsenal a remar aún más contracorriente. Barcola tuvo el segundo en sus botas tras una transición perfecta, pero su definición fue débil. El Arsenal, por su parte, notó la falta de un delantero de referencia y empezó a desordenarse cada vez que el PSG robaba y salía en velocidad.
Ya en la segunda parte, los de Luis Enrique salieron con una marcha más. Vitinha revolucionó el ataque parisino con varias jugadas de fantasía y provocó un penalti tras una acción de Achraf que terminó con la mano de Lewis-Skelly. Vitinha fue el encargado de lanzarlo, pero David Raya se hizo grande y lo detuvo, manteniendo vivas las esperanzas londinenses durante unos minutos más. No duraron demasiado. Poco después, una gran acción colectiva terminó con Dembélé filtrando un pase perfecto a Achraf Hakimi, que definió con clase al primer palo para firmar el 2-0. Otro estallido en las gradas. Otro clavo en el ataúd del Arsenal.
Con el 2-1 en el marcador tras el gol de Saka y el global de la eliminatoria en 3-1, el PSG bajó el ritmo, pero nunca el control. El Arsenal ya no encontró caminos y, aunque lo intentó con cambios ofensivos, se estrelló una y otra vez contra un equipo maduro, organizado y en plena confianza. Los minutos finales sirvieron para que París celebrara y para que Europa tomara nota: este PSG, sin Mbappé, juega mejor como equipo. El Inter ya espera en Múnich para una final inédita, y los de Luis Enrique llegan lanzados, con fútbol, convicción y hambre de gloria.
Autora: Natalia Blanco
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