Agente Libre Digital
·25 de septiembre de 2024
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·25 de septiembre de 2024
La Segunda División no espera a nadie. Es importante comenzar de la mejor manera y, sobre todo, tener paciencia con los nuevos equipos. Tanto si son recién ascendidos como si provienen de la Primera División. En el caso del Castellón, no termina de habituarse a la categoría, aunque cuenta con margen para apuntalar sus errores.
Cada año, la ahora denominada Liga Hypermotion es una liga más que igualada. Cualquier equipo es capaz de plantarle cara a su oponente sin importar presupuestos o niveles de plantillas. De ahí que en algunas quinielas antes de iniciarse la competición se den predicciones que, pueden sonar rocambolescas en un primer momento, pero que pueden terminar por cumplirse.
El caso del Castellón es algo peculiar. Muchos lo colocan como la revelación del curso, mientras que otros no confían en sus aspiraciones. Y, por consiguiente, lo sitúan en los últimos puestos de la clasificación. Lo cierto es que el equipo de Dick Schreuder ha aterrizado en el fútbol profesional tras arrasar en Primera Federación, aunque siguen habiendo algunas dudas respecto a su estilo de juego.
Así es como, de forma coloquial, se conoce a la propuesta albinegra en cada partido. Su presión alta desde el pitido inicial, defensa muy adelantada y centro del campo exótico son algunas de las características del juego del cuadro orellut, que por el momento no le ha ido tan mal. Actualmente, y luego de seis jornadas disputadas, se encuentra en la decimotercera posición, colocado como segundo mejor de los cuatro recién ascendidos.
En relación a lo comentado sobre su esquema, destaca la profundidad de los centrales, que en ciertas fases del partido pasan a ser una especie de carrileros. Mientras tanto, el zaguero que se encarga de proteger la zona central (normalmente suele ser Alberto Jiménez) sí que suele mantener su lugar en el terreno de juego. No sucede igual con Chirino y Jozhua Vertrouwd, que incluso la temporada pasada llegaron a partir por banda de inicio en alguna ocasión. Estas situaciones son peligrosas e inesperadas para el rival, pero al mismo tiempo algo contraproducentes.
Todo lo que gana el equipo a la hora de atacar, luego lo paga cuando toca defender. Antes se ha mencionado que el Castellón es un conjunto muy ofensivo, por lo que, cuando pierde la posesión, le cuesta bajar a su propia área. También le ocurre que, fruto de esa insistencia y ‘descontrol’ por retroceder cuanto antes, muchos espacios se quedan sin cubrir y al final esos errores se terminan pagando.
A la vista queda con uno de sus encuentros más recientes. En el duelo que le enfrentó al Cádiz, y que concluyó con victoria gaditana por 1-3, se plasmó a la perfección estos problemas atrás. Tanto el primero como el tercer tanto, ambos anotados por Chris Ramos, la escuadra visitante tuvo muchas facilidades a la hora de realizas diversos pases entre líneas y, de esta manera, desestabilizar a la línea de tres centrales.
Respecto al centro del campo y a la delantera, es algo más complicado de entender. A pesar de que Dick no suele variar mucho el once inicial, estas áreas del campo se caracterizan por ser un totum revolotum. Y es que en cada encuentro varía mucho la disposición pese a utilizar los mismos jugadores. Además de esto, y al igual que sucede con los centrales, estos futbolistas gozan de mucho espacio para llegar hasta el área rival y adentrarse en ella. Principalmente se puede apreciar en el papel de activos como Suero o Seuntjens, que desde el primer choque llegan incluso al área pequeña.
Por último, queda la portería. Lo cierto es que los palos del Sky-Fi Castalia están seguros gracias a un Gonzalo Crettaz que el curso pasado se erigió como un guardameta a seguir. El argentino llegó a La Plana sembrando muchas dudas entre la afición, pero terminó siendo más que relevante y uno de los héroes del ascenso. Su titularidad es fija e inamovible para Schreuder, por lo que Schwake y Amir tendrán que esperar su oportunidad de momento.
Estaba claro que el inicio de temporada iba a ser dificultoso. Al fin y al cabo, es una categoría superior y, por ende, los equipos cuentan con mayor nivel. No obstante, el arranque no ha sido tan complicado como se preveía. Si bien el Castellón se ha topado con una evidente falta de gol, algo sorprendente comprobando su registro anotador del curso pasado, ha sumado 7 puntos de 18 posibles.
En comparación con Málaga, Córdoba y Deportivo, no es mal número. Eso sí, lo que más está ‘dividiendo’ a la afición son las sensaciones. Unos apuestan porque el equipo está bien, y simplemente se ha encontrado con una mala racha; pero otros optan por decir que el juego ha empeorado y que «este sistema no va a funcionar en Segunda».
Es pronto para dictaminar una sentencia sobre el fútbol albinegro, aunque cabe tener en cuenta que era obvio que el nivel de la división era superior. En LaLiga Hypermotion todos son clubes profesionales, mientras que en la Primera Federación hay equipos con presupuestos e infraestructura infinitamente inferior a la categoría de plata.