Racing recibe un baño de gloria y Quintero se consagra como héroe | OneFootball

Espectacular recibimiento para Racing

Avellaneda explotó en júbilo. Racing Club logró una histórica clasificación a la final de la Copa Sudamericana tras superar a Corinthians en una definición de infarto. La Academia, que había empatado 2-2 en Brasil, necesitaba de la victoria en casa para asegurar su lugar en la instancia decisiva.

La noche comenzó con un balde de agua fría para los hinchas locales. Apenas a los 6 minutos, Yuri Alberto, asistido por Memphis Depay, puso en ventaja al Timao. Sin embargo, la figura de la noche sería un viejo conocido del fútbol argentino: Juan Fernando Quintero.

El colombiano, que ha mostrado un nivel superlativo esta noche en la Copa Sudamericana, demostró toda su calidad. Al minuto 36, con un remate desde los doce pasos, igualó el marcador y encendió la ilusión de los presentes en el Cilindro de Avellaneda. La euforia se desbordó solo tres minutos después, cuando Quintero, tras un preciso cabezazo de Adrián Martínez, definió con maestría para darle la ventaja a Racing.

Con este resultado, la Academia se aseguró un lugar en la final de la Copa Sudamericana, donde se enfrentará a Cruzeiro. La hinchada de Racing estalló en júbilo, celebrando una clasificación que parecía imposible luego del gol inicial de Corinthians.

El colombiano fue la figura indiscutible del partido. Sus dos goles fueron fundamentales para darle la victoria a Racing y clasificar a la final. Quintero, que ya había demostrado su talento en River Plate, se ha convertido en una pieza clave en el esquema de Racing y su rendimiento ha sido fundamental para llegar a esta instancia.

Un recibimiento histórico

La vuelta de Racing a Avellaneda fue una fiesta. Miles de hinchas se congregaron en las afueras del estadio para recibir al equipo, que llegó como un verdadero héroe. La caravana que recorrió las calles de Avellaneda fue una muestra del cariño que siente la gente por el equipo. En el estadio la pólvora no se hizo esperar y el Cilindro parecía una caldera.