Agente Libre Digital
·26 de enero de 2025
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·26 de enero de 2025
El partido comenzó con una intensidad palpable. Ambos equipos salieron decididos a imponer su estilo, lo que resultó en un juego dinámico pero sin claras ocasiones de gol en los primeros minutos.
Un momento clave del primer tiempo fue la lesión del portero del Girona, Gazzaniga. A pesar del contratiempo, el guardameta argentino demostró su profesionalismo al mantenerse en el campo hasta el descanso, evitando así un cambio prematuro que podría haber alterado la estrategia del equipo visitante.
La segunda mitad arrancó con más ritmo, y fue el Girona quien logró abrir el marcador. Bryan Gil, aprovechando un preciso centro de Iván Martín tras un saque de banda, batió al portero del Rayo. Este gol parecía encaminar al Girona hacia una victoria que les mantendría en lo alto de la tabla.
Sin embargo, el técnico del Rayo Vallecano demostró su olfato táctico al introducir a Nteka en el campo. Este cambio resultó ser decisivo. En un lapso de apenas tres minutos, Nteka no solo igualó el marcador sino que dio la vuelta al partido con un doblete espectacular.
Rayo Vallecano – Girona. Fuente: EFE
El primer gol de Nteka tuvo lugar tras un desajuste defensivo del Girona. Por otra parte, el segundo llegó apenas unos minutos después, cuando el delantero francés volvió a aparecer en el área rival para rematar de cabeza un centro medido, completando así una remontada que enloqueció a la afición local.
Además de la mencionada lesión de Gazzaniga, el Girona sufrió otro revés cuando Blind tuvo que abandonar el terreno de juego por problemas físicos. Estas bajas obligaron a Michel, entrenador del Girona, a reajustar su planteamiento, lo que pudo haber influido en la pérdida de control del partido en los momentos cruciales.
Bryan Gil celebrando su gol. Fuente: Marca
El Rayo Vallecano demostró una gran capacidad de adaptación. Tras ir perdiendo, su entrenador supo leer el partido y realizar los cambios oportunos. La entrada de Nteka no solo aportó goles, sino que también cambió la dinámica del juego, presionando más arriba y generando dudas en la defensa del Girona.
Por su parte, el Girona, que había controlado gran parte del encuentro, pareció acusar el cansancio y las lesiones en los minutos finales. Su incapacidad para mantener la ventaja y gestionar los momentos críticos del partido les costó los tres puntos.