Tiralíneas Madrid
·5 de noviembre de 2024
Tiralíneas Madrid
·5 de noviembre de 2024
El AC Milán vence al Real Madrid en un partido donde los blancos estuvieron desaparecidos, sin grandes ocasiones y con un Milán que silenció el Bernabéu
La cuarta jornada del nuevo formato de la Champions League enfrentaba a Real Madrid y a Milán en el Estadio Santiago Bernabéu. Los blancos venían de perder el clásico, con malas sensaciones y con ataques de la prensa por no asistir a la gala del Balón de Oro. Por otra parte, el Milán llegaba de ganar en Serie A. Sin embargo, los italianos no están cómodos en el campo y sufren mucho fuera de casa. Por ello, su inicio de temporada no ha sido del todo bueno.
El partido comenzaba con un Real Madrid agresivo, intentando iniciar sus primeras jugadas de ataque de la mano de Kylian Mbappé. El francés tuvo la primera de los blancos tras un chute que se desvió por el palo derecho de Maignan. Los italianos, por su parte, comenzaron con un ritmo muy lento de partido, buscando sobre todo las bandas con Theo Hernández.
Instantes más tarde, en un córner, los de Paulo Fonseca iban a anotar el primero del partido gracias a un gran remate de Thiaw. El alemán se anticipaba a Tchouameni y a Militão, conseguiendo así poner el primero en el luminoso. Esto dejaba tocado al Madrid, que tras intentarlo de diversas maneras, veía como su rival llegaba con facilidad al área merengue.
Llegando al ecuador de la primera parte, los de Ancelotti seguían provocando jugadas y Vinicius Junior se iba por banda las veces que quería. En una de ellas, el brasileño conseguía irse de Emerson Royal. Su compatriota de selección no pudo hacer nada tras su internada por banda y tuvo que forzar el penalti. Vinicius, sin nervios y con una pausa al alcance de pocos, lanzaba el penalti «a lo panenka» y anotaba el primero de los locales.
Los rossoneri mantenían su juego mientras el Madrid no encontraba el ritmo. Tras una importante pérdida de Militão en el medio campo, Rafael Leão aprovechó para lanzarse hacia el área madridista y rematar contra Lunin. El disparo, potente, fue rechazado por el portero, pero un jugador estaba atento al rebote en el área. Álvaro Morata, especialista en estas situaciones, capitalizó el descuido del ucraniano y con un sutil toque marcó el segundo gol para los visitantes.
Los de Ancelotti necesitaban meter un gol rápidamente para meterse en el partido. A través de Bellingham, que estaba realizando un gran partido, los blancos tenían la primera de la segunda parte en un remate que no llego a mucho más. Por otra parte, los italianos no paraban de generar peligro y en una muy buena salida, los de Fonseca iban a tener otro gran remate con dirección a la escuadra. Lunin, que estaba atento, realizo una gran palomita y la paro fácilmente.
El Madrid no jugaba a nada, no tocaba pelota, los jugadores no se entendian y el Milán le ganaba el terreno las veces que quería. Otro larguero mas dieron los italianos, que ya avisaban al Bernabéu de que podían meter otro más.
Y tanto avisó que los locales no se iban a librar. Los rossoneri iniciaban una buena jugada desde medio campo con mucho ritmo. El balón le iba a llegar a Rafa Leao, que con una velocidad increible, conseguía llegar hasta dentro del área. El portugués filtró un gran pase para que Reijnders, delante de la portería, pusiera el tercero con un remate imparable.
El partido finalizaba así, con un Milán que supo aprovechar sus oportunidades frente a un Madrid que no logra tener un buen juego, sin iniciativa y sin un entrenador que tenga buenos planteamientos.
Autor: Rubén Alés