Revista MadridistaReal
·4 de mayo de 2025
Real Madrid 3-2 Celta de Vigo | Arda Güler brilla en un triunfo ajustado

Revista MadridistaReal
·4 de mayo de 2025
Con una defensa condicionada por múltiples bajas, Ancelotti optó por alinear a Tchouaméni como central, acompañado por Raúl Asencio. En ataque, la ausencia de Rodrygo por enfermedad llevó al técnico italiano a premiar a Arda Güler, tras su destacada actuación en la final de la Copa del Rey. Carletto mantuvo su sistema favorito, el 4-4-2. Por su parte, el conjunto vigués llegaba al Santiago Bernabéu en un gran momento de forma, tras imponerse por un contundente 3-0 al Villarreal, y aún soñaba con clasificarse para competiciones europeas la próxima temporada.
El Real Madrid tomó el timón del partido desde el primer suspiro, adelantando líneas con autoridad y dejando clara su disposición en el campo. Arda Güller, con la elegancia de un director de orquesta, se ubicaba como cuarto centrocampista, y no tardaría en ofrecer su primera pincelada: una volea acrobática que coronaba una jugada brillante gestada por Vinícius Jr Era un aviso.
El Celta, sin embargo, no se achicaba. A balón parado, los vigueses lanzaron dos advertencias consecutivas que obligaron a Courtois a vestirse de salvador. En el otro arco, Guaita respondía al instante, desbaratando una oportunidad tras un error de su propia zaga. El duelo de porteros estaba servido.
Vinícius llegaba al encuentro con hambre de protagonismo. Como ya es tradición en Chamartín, el peligro se incubaba en su banda. El brasileño se paseaba por el césped con descaro y chispa, dejando postales para el recuerdo: un túnel antológico a Borja Iglesias en el centro del campo levantó al público de sus asientos, como si la magia pudiera tocarse.
El Madrid se sentía dueño del balón, y el Celta apenas lograba respirar. Pero el dominio no se traducía en ocasiones claras. Faltaba electricidad, una sacudida. Entonces, Arda y Vinicius se miraron y entendieron que era momento de subir la temperatura. El turco dejó a Marcos Alonso en el suelo con un caño delicado y, acto seguido, rozó el gol tras un centro medido de Vini. El gol se intuía en el aire, y no podía venir de otro que de Güller.
Un córner en corto fue suficiente. Arda se perfiló y con la zurda pintó un disparo que se coló en la escuadra, inalcanzable para Guaita. Era poesía en movimiento. Y no se detuvo ahí: minutos después, con un pase filtrado milimétrico, dejó solo a Vinícius en el área, aunque el centro del brasileño no halló destino.
El segundo tanto llegaría tras otra intervención providencial de Courtois. Vinícius, siempre atento, cedió de primera a Bellingham, quien, sin pensarlo, habilitó a Mbappé. El francés, implacable, ajustició con un derechazo seco que besó la escuadra izquierda. Un final perfecto para una primera parte dominada con autoridad y brillantez.
El segundo acto comenzó como terminó el primero: con el Madrid celebrando. Otra vez Arda, otra vez Mbappé. El joven prodigio turco detectó el espacio entre líneas con la precisión de un relojero y filtró un pase quirúrgico para el francés, que definió con calma y elegancia ante Guaita. Un gol más en su cuenta personal y ya siente Lewandowski el aliento del francés en la carrera por el pichichi.
Desesperado por cambiar el guion, Claudio Giráldez agitó el banquillo en el minuto 53, pero el Celta seguía sin pulso. El Madrid, en cambio, olía sangre. Bellingham acarició el cuarto con un disparo desde la frontal que rozó el poste, y la sociedad Mbappé-Güller volvía a hacer de las suyas: esta vez fue Guaita quien evitó el tanto del turco en un mano a mano que olía a sentencia.
En el minuto 66, se cerraba el capítulo de una nueva gran actuación de Raúl Asencio. El canterano se marchaba entre aplausos y dejaba su lugar a Jacobo Ramón, a quien Ancelotti ofrecía media hora de escenario para mostrar su talento ante el Bernabéu.Pero cuando todo parecía bajo control, el Celta encontró un respiro en una jugada a balón parado. En el 68’, tras un rechace salvador de Lucas Vázquez sobre la línea, el balón quedó muerto y Javi Rodríguez no perdonó. Los gallegos descontaban, aunque el castillo blanco seguía en pie.
El Celta volvía a golpear, esta vez con una jugada nacida de la lucidez de Iago Aspas, que había ingresado minutos antes. El veterano gallego filtró un pase de seda a Swedberg, quien, sin titubear, venció a Courtois con una definición impecable. El murmullo en el Bernabéu se volvió un susurro inquieto; el fantasma del empate rondaba el estadio, y de no ser por una intervención colosal de Courtois en un mano a mano, los vigueses habrían igualado la contienda.
En medio de la tensión, Arda Güller abandonaba el campo en el minuto 83 entre una ovación cerrada. Su actuación había sido una sinfonía, y con ella, el joven turco firmaba su candidatura a la titularidad en el inminente clásico frente al Barça. En su lugar ingresaba Brahim Díaz, otro artista con sed de minutos.
El reloj apretaba y el Madrid buscaba la sentencia. La tuvo Bellingham dentro del área, pero el inglés parecía estar peleado con el gol. Poco después, fue Brahim quien desperdició una ocasión clarísima con el arco de frente. El Celta, agazapado, olía el empate y lo buscaba con desesperación.
Ya en el tiempo añadido, el destino le ofreció a Mbappé la última palabra. Dentro del área, sin marca, con el gol servido… pero su disparo se marchó alto, en un fallo tan inesperado como elocuente. El Bernabéu contuvo el aliento. La victoria fue blanca, pero el cierre había sido un temblor.
Real Madrid CF: Courtois; Lucas Vázquez, Asencio, Tchouameni, Fran García; Valverde, Ceballos, Bellingham, Arda Güller; Vinicius y Mbappé (Jacobo Ramón 67´) (Modric 74´) (Brahim 83´)
Celta de Vigo: Guaita; Javi Rodríguez, Yoel Lago, Marcos Alonso; Carreira, Fran Beltrán, Sotelo, Mingueza; Fer López, Borja Iglesias y Alfon (Ilaix Moriba 53´), (Hugo Alvarez 53´), (Williot 64´), (Pablo Durán 64´) (Iago Aspas 75´)
Arbitro: Gil Manzano
Goles: Arda Güller (33´) | Mbappé (39´) | Mbappé (48´) | Javi Rodriguez (69´) | Swedberg (76´)
Amonestaciones: Jude Bellingham (44´) | Yoel Lago (63´)
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