Riquelme para enfrentamiento entre aficionados de Boca y Gimnasia | OneFootball

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·23 de octubre de 2024

Riquelme para enfrentamiento entre aficionados de Boca y Gimnasia

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Rosario, Argentina.- Cuando los equipos de Boca Juniors y Gimnasia se disponían a iniciar el segundo tiempo de su duelo por los cuartos de final de la Copa Argentina, el ambiente se tornó tenso. Desde la bandeja superior de la platea, los hinchas de Boca comenzaron a arrojar butacas hacia el sector donde se encontraban los fanáticos de Gimnasia. Este acto provocador no solo desató el caos, sino que también encendió la furia de los aficionados del Lobo, quienes intentaron romper un alambrado para confrontar a sus rivales. La situación rápidamente se tornó incontrolable, y la violencia amenazaba con eclipsar el espectáculo futbolístico que debería haber dominado la noche.

Con Boca ganando 1-0 gracias al gol de Aaron Anselmino, la tensión aumentaba. A medida que los fanáticos de Gimnasia respondían a las provocaciones, los ánimos se caldearon y se generó una atmósfera de inminente enfrentamiento. Las butacas volaban, y las imágenes de la violencia comenzaron a circular, dejando en claro que este partido sería recordado por mucho más que el fútbol. En medio de la confusión, la policía intervino, disparando postas de goma y gases lacrimógenos para intentar controlar la situación, pero esto solo intensificó el conflicto.


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La escena se volvió aún más dramática cuando Juan Román Riquelme, presidente de Boca Juniors, decidió entrar en la platea para mediar entre los hinchas y la policía. Riquelme, acompañado por Raúl Cascini y Chicho Serna, se enfrentó a la barra brava de Boca, conocida como La Doce, pidiendo a sus seguidores que retrocedieran y volvieran a su lugar. Su intervención fue un intento desesperado por desescalar la situación, y aunque los gestos de Riquelme fueron recibidos con recelo, la tensión en el aire era palpable.

A pesar de sus esfuerzos, la violencia continuaba, y las butacas seguían siendo lanzadas como proyectiles. La atmósfera se tornó insostenible, con ambos bandos listos para un enfrentamiento. Riquelme, mostrando su liderazgo, tuvo que apelar a la sensatez de los hinchas, argumentando que el espectáculo del fútbol debería prevalecer sobre la violencia. Su presencia en medio del caos no solo fue un acto de valentía, sino también un recordatorio del rol crucial que los líderes deportivos deben asumir en situaciones de crisis.

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