Sant Andreu – UE Europa: Un derbi fascinante en el fango de la 2RFEF | OneFootball

En Barcelona, la ciudad del Barça y el RCD Espanyol, hay muchos clubes que luchan diariamente por la supervivencia y por hacerse un hueco en el complicado mundo del futbol. En esta pelea, existe un derbi que consigue, desde hace unas temporadas, números de primera división. Estadios llenos, aficiones asombrosas, tifos, previas interminables y visitantes de todo el mundo, bienvenidos al Sant Andreu – Europa, un derbi modesto que rompe barreras.

Desde hace unos años, el futbol modesto está en auge. Cada vez son más los campos regionales que se llenan en momentos claves de la temporada, o en partidos que albergan rivalidades geográficas o históricas. Enfrentamientos entre equipos de pueblos fronterizos o de antiguos rivales de capa caída. Aun así, queda muchísimo trabajo que hacer para igualar el éxito que han conseguido dos pequeños clubes de la ciudad de Barcelona.

Sant Andreu y Europa han convertido en habitual lo que algunos clubes sueñan con vivir algún día. Los cuadribarrados han llegado a la histórica cifra de 4.857 socios esta temporada, y han normalizado el tener una media aproximada de más de 3.000 espectadores como locales, un número muy superior al habitual en Segunda RFEF, la cuarta categoría de nuestro futbol.

“Sientes este futbol como tuyo, que formas parte de un grupo, la sensación de comunidad, esto no pasa en el futbol tradicional. El sentimiento de pertinencia que se vive aquí es único.” Esta es una de las causas del crecimiento de este futbol, explicado de la mano de Xavier Miralles, presidente de la Federación de Peñas del Sant Andreu.

A pocos quilómetros de Sant Andreu, en la Vila de Gracia, también celebran un gran crecimiento de su masa social. En los últimos años, ha pasado de tener alrededor de 600 socios (temporada 22/23) a superar los 2.750 a día de hoy. Estas cifras demuestran el gran trabajo de ambos clubes en favor de su afición. Lo del Sant Andreu y el Europa no es una moda.

El ejemplo más claro es el partido entre ambos conjuntos. Algunos se atreven a vislumbrar este partido en el futbol profesional, y juguetean con la posibilidad de llenar estadios más grandes. Los más optimistas dicen que si se jugase en el Lluís Companys, estadio de más de cincuenta-y-cinco mil personas, no sobrarían las entradas. La realidad es que el derbi se ha convertido en un escenario imprescindible para cualquier fanático del futbol popular. Periodistas y aficionados de todo el mundo han intentado ya conseguir acreditaciones y entradas para el encuentro. Que un partido de cuarta división llegue a la otra punta del mundo nos muestra como no es un derbi más.

Además, deportivamente, en esta ocasión nos ofrece espectáculo asegurado. El derbi de domingo enfrontará a los dos primeros clasificados, separados por tan solo un punto. Los escapulados llegan como líderes en solitario del Grupo 3 de Segunda Federación, lo que supone el ascenso directo. Los locales, en cambio, se sitúan segundos, en plazas de play-off de ascenso.

Los últimos encuentros, apasionantes

Remontándonos a dos temporadas atrás, encontramos un derbi al que los dos equipos llegaron en condiciones muy similares. Ambos conjuntos se enfrentaron en un duelo que decidiría, prácticamente, la liga y el ascenso directo, en ese caso a Segunda Federación, desde Tercera. De nuevo, al Europa le servía el empate, resultado final, para conservar la primera posición que mantendría hasta el final del campeonato. En aquella ocasión, el Narcís Sala se llenó y tanto “andreuencs” como “graciencs” recibieron a sus equipos con dos espectaculares tifos. Ese día se adelantó el Sant Andreu en el marcador, pero dos expulsiones, la segunda más que dudosa, y un gol en el último minuto de los visitantes acercaron mucho al título al Europa.

En cuanto a la actual campaña, encontramos uno de los derbis más atípicos de la historia del futbol catalán. El Nou Sardenya, lleno hasta la bandera, albergó un encuentro que tardó un mes entero en acabarse, contempló diez goles, seis de los cuales visitantes, y de nuevo unos impresionantes recibimientos por parte de ambas aficiones.

El último Europa – Sant Andreu ocupó todos los portales digitales, no solo por lo ocurrido en el césped. Después del quinto gol visitante, obra de Marc Jurado, la valla que sostenía a la afición cuatribarrada cedió, dando paso a una imagen histórica. Cientos de aficionados visitantes cayeron al terreno de juego, y lejos de acabarse la fiesta, fue un aliciente más para celebrar una goleada que será recordada por siempre en Sant Andreu de Palomar.

Por lo tanto, este domingo disfrutaremos de un derbi que ya ha colgado el cartel de “entradas agotadas”, para disfrutar de un partido único en el mundo. Una rivalidad de unos pocos quilómetros, entre aficiones y clubes que, aun con todas las diferencias que tienen, sí que comparten un objetivo en común: Defender el futbol popular por encima de todo.