Volvimos a disfrutar | OneFootball

"Caballers, va de bo". Tras varias temporadas estancados en la mediocridad, el debut de Julián Calero en Orriols invita a ilusionar al Levante UD y al levantinismo. Este sábado todo no salió bien, pero tan solo el infortunio de un penalti y la ineficacia de los delanteros fue el causante del empate final contra el Cádiz CF.

- Carlos Álvarez, MVP del partido entre Levante UD y Cádiz CF (@A. Benetó | LUD) -

Finales del mes de agosto y 14.288 aficionados en las gradas, casi a la par que socios actuales. Nadie quería perderse el estreno azulgrana en casa y más con un partido de caché, donde el global de los 90 minutos quizás hizo merecer más al Levante.

La primera mitad fue la evidencia de que en el fútbol juegan 11 y la importancia de contar con buenos porteros. Andrés Fernández y David Gil se encumbraron con un recital de notables intervenciones, en donde Brugui y Chris Ramos parecían tener la llave del gol. Ambos atacantes dispusieron de un par de ocasiones de claridad evitadas por los cancerberos. También hubo tiempo para la polémica, ya que Iza Carcelén se libró de una expulsión, tras una dura entrada a destiempo sobre Sergio Lozano.

El Levante estaba tristemente acostumbrado a la inacción en el tiempo de descanso. Con Julián Calero, ya no es así. Un par de encajes tácticos decantaron el dominio y superioridad hacia casa. Junto al paso adelante de Kocho y Carlos Álvarez, el Cádiz empezó a sufrir de lo lindo. Morales reafirmó que sigue lejos de su mejor versión y perdonó en un manifiesto mano a mano que antes ni se imaginaba.

A punto de alcanzar la hora de juego, Brugui rompió la portería de Gol Alboraya. Carlos Álvarez volvió a ponerse la chistera de mago y se sacó un pase con exterior inimaginable para los mortales. De primeras, el '7' granota volvió a toparse con el muro de David Gil, pero el rechace le benefició y finalmente Brugui anotó el primer gol del Levante.

La satisfacción de la hinchada con su equipo era casi plena. Tan solo quedaba materializar el triunfo. Pero un desafortunado rechace de Algobia al intentar despejar un esférico prácticamente sobre la línea de área propia se tradujo en un penalti a favor del Cádiz. Desde los once metros, Rubén Alcaraz firmó el empate, pese a que Andrés Fernández adivinó sus intenciones.

Si el Levante hubiera gozado de '9' con más confianza o de mayor caché, posiblemente aún se hubiese repuesto. Porque Bouldini volvió a ir a trompicones y desaprovechó otra llegada en superioridad. Iván Romero en tiempo de descuento vio como el esférico se paseaba por la línea de meta tras estrellar un testarazo contra el palo largo. Y Carlos Espí no tuvo minutos.

Lo que es cierto es que volvimos a disfrutar. A pesar de lo agridulce por ese resultado final de 1-1, la afición levantinista hoy rindió ovación a los suyos y salió satisfecha por los vomitorios. Su equipo, aún a mitad de construir, presenta su candidatura para competir a cualquiera y, quien sabe, si soñar.