Antesala perfecta | OneFootball

El Atleti visitaba Mestalla con la necesidad imperiosa del triunfo tras el inesperado tropiezo ante el Celta y ante la inminencia del mes de marzo, para el que no se terminan de encontrar los calificativos adecuados. La semifinal a doble partido por la Copa con el Barcelona, los octavos por la Champions con el Real Madrid, y por medio el Athletic y el Barcelona en la Liga, también el Getafe. Un mes en el que jugarse todo, pero antes que eso, estaba el Valencia.

El equipo local arrancó con furia e intensidad pero tuvo efecto gaseosa, hasta que Griezmann filtró un pase maravilloso a Lino que estrelló la pelota en el palo y cuyo rechace no desaprovechó Julián para hacer el cero a uno. Con el golpe en el mentón, el Valencia se tambaleaba y fue prácticamente a la lona cuando la araña cabeceó a la red un pase preciso de Antoine. Todavía antes del descanso desperdició el delantero argentino su hattrick en un mano a mano que tiró incomprensiblemente afuera.

VALENCIA, SPAIN – FEBRUARY 22: Julian Alvarez of Atletico de Madrid celebrates scoring his team’s first goal during the LaLiga match between Valencia CF and Atletico de Madrid at Estadio Mestalla on February 22, 2025 in Valencia, Spain (Photo by Clive Brunskill/Getty Images)

En la segunda mitad, los locales trataron de meterse en el partido metiendo mucha intensidad, intentado buscar una mínima opción que pudo llegar en un penalti por manos de Javi Galán que no fue señalado. Dicen que así lo marca el reglamento pero ya no sabemos muy bien qué es lo que sucede con las manos y el reglamento. La cuestión es que ni árbitro ni VAR lo señalaron y la reacción del Valencia no fue. Simeone hizo cambios, primero, en el descanso, todo el flanco izquierdo, Galán y Gallagher por Lino y Azpilicueta. Después entro Giménez para reforzar la defensa de los centros laterales y también Correa y Sorloth, que tuvieron oportunidades para sentenciar el partido desde que entraron. Lo hizo Correa, en una contra comandada por el inglés que sirvió a su derecha para que Angelito cerrara el partido con un derechazo cruzado.

Pareció un trámite, y tal vez lo fue. Ahora llega lo definitivo.