De visitante, se antepuso a la adversidad | OneFootball

Independiente no solo se llevo tres puntos de oro de Córdoba, sino también otras satisfacciones. Una de ellas es haberse sobrepuesto a los contratiempos, a la desventaja. Y más en condición de visitante.

Enfrentando los fantasmas. O a veces, a la sombra de uno mismo. Así se ganan los partidos, con coraje, con ímpetu. Y a lo mejor, con un poquito de suerte. Pero la suerte hay que conquistarla, y así lo hizo el equipo de Julio Vaccari ayer por la tarde en el Mario Alberto Kempes.

Un año, dos meses, tres semanas y seis días fue el tiempo que transcurrió hasta que por fin Independiente logre dar vuelta un resultado en condición de visitante. Es que aquella vez, un 4 de noviembre de 2023 ante Atlético Tucumán en cancha del "Decano", los de (en ese entonces) Carlos Tévez dieron vuelta el marcador, que arrancó en desventaja y terminó provechoso para el Rey con los tantos de Alexis Canelo y Joaquín Laso sobre la hora.

Pero durante una jornada de enero en 2025 el"Rojo" se deshizo de esa mala racha, reponiéndose ante la adversidad. Y nadie habla de merecimientos. Al menos en el primer tiempo, donde simplemente la fortuna estuvo del lado del equipo de Avellaneda. Porque muy temprano cayó el primero de Talleres, con una fatalidad para el "Rey de Copas" que terminó en gol en contra de Federico Vera. Aún así, con suerte, el "Orgullo Nacional" logró darlo vuelta y ponerse 2 a 1 arriba.

Distinto del complemento, ya que allí, en los segundos 45 minutos, el conjunto de Julio César juntó pases y se acomodó.Las tropas de Independiente supieron qué hacer. Y si bien infortunadamente cayó el empate de "La T" en los pies de Valentín Depietri, faltando apenas minutos para el final, el visitante se hizo rápidamente de la pelota y sin perder la calma y la paciencia, llegó al 3-2 final. Una jugada magnifica que comenzó Ignacio Maestro Puch y terminó decorosamente Luciano Cabral.

En el afán de enfrentar la inseguridad de tal vez perderlo ante un rival que, de local, pueda envalentonarse y conseguir su tan ansiada victoria, Independiente no se resignó. Y fue. Con amor. Con la camiseta.