Top Siete
·2 octobre 2024
Top Siete
·2 octobre 2024
El Benfica logró una victoria aplastante por 4-0 sobre el Atlético de Madrid en la UEFA Champions League, en un partido lleno de emociones y dominio absoluto por parte de los locales. El Estadio da Luz fue testigo de cómo los dirigidos por Roger Schmidt hicieron valer su condición de anfitriones, mostrando un fútbol ofensivo y contundente frente a un Atlético que no pudo igualar la intensidad ni la calidad del juego portugués.
El marcador se abrió temprano, al minuto 12, gracias a Kerem Akturkoglu, quien recibió un pase de Fredrik Aursnes y remató con precisión para batir al portero Jan Oblak. Este gol inicial fue un golpe psicológico importante para el Atlético de Madrid, que se vio obligado a adoptar una postura más defensiva desde muy temprano en el encuentro. Benfica controló la posesión y puso constante presión sobre la defensa colchonera.
La primera mitad fue marcada por el dominio absoluto del Benfica, con Ángel Di María destacando no solo por su experiencia, sino también por su capacidad para generar oportunidades de peligro. La presión de las águilas fue recompensada nuevamente en el minuto 51, cuando el árbitro señaló un penal a favor de Benfica, que Di María ejecutó con maestría para poner el 2-0 en el marcador. El Atlético no parecía tener respuestas; la defensa, generalmente sólida bajo la dirección de Diego Simeone, se veía abrumada ante el ataque del conjunto luso.
El Atlético intentó cambiar el rumbo del partido durante la segunda mitad, realizando varios cambios clave. Diego Simeone introdujo a Conor Gallagher y Giuliano Simeone, con la esperanza de darle mayor frescura y dinamismo a su ataque. Sin embargo, la estrategia no fue suficiente. Benfica continuó ejerciendo su dominio, y el tercer gol llegó en el minuto 74 por medio de Alexander Bah, quien aprovechó un centro al área para rematar con potencia y ampliar aún más la ventaja. La defensa atlética fue incapaz de detener la avalancha de ataques, y el ánimo de los jugadores rojiblancos comenzó a desmoronarse.
El broche de oro lo puso Orkun Kökçü en el minuto 83, anotando el 4-0 desde el punto de penal. Con esto, Benfica aseguró una victoria categórica que deja al equipo en una posición muy favorable en su grupo de la Champions League. El Atlético, por otro lado, se va de Lisboa con un sabor amargo, ya que no solo fue incapaz de generar peligro significativo, sino que además cometió numerosas faltas que terminaron costando tarjetas amarillas a jugadores clave como Ángel Correa y José Giménez.
Este resultado deja mucho por reflexionar al equipo de Diego Simeone. La solidez defensiva, que siempre ha sido el sello del Atlético, fue puesta a prueba de manera implacable por el Benfica, y la falta de reacción en ataque se evidenció claramente en la incapacidad del equipo para acercarse al área rival con peligro real. La superioridad de los lusos se reflejó no solo en el marcador, sino también en el dominio territorial y la seguridad en los pases.
Por otro lado, Benfica demostró una gran cohesión de equipo, aprovechando las oportunidades y exhibiendo un juego atractivo y efectivo. Fredrik Aursnes, Ángel Di María y Kerem Akturkoglu se convirtieron en los motores del equipo, brindando espectáculo a los aficionados y dejando claro que el Benfica es un contendiente serio en esta edición de la Champions League.