La incógnita Mbappé | OneFootball

El francés venía disparado… y se apagó ante Betis y Atlético. En dos encuentros, ni goles, ni asistencias y un disparo entre palos. Venía de 18 tantos en 19 partidos.

Sin medias tintas. Del Mbappé de Florentino a “nota discordante” en el Euroderbi. Tras el clic de San Mamés todo había sido oasis. Hasta que llegaron dos desiertos: Betis y Atleti. De los 28 goles y 5 asistencias, 18 y 3 llegaron en las 19 noches anteriores. Pero en las dos últimas, ni goles, ni asistencias… y apenas un disparo, manso, a puerta. Del todo a la nada. No preocupa internamente, pero extraña fuera. De ahí que Ancelotti tuviera que defender el físico del francés: “No ha podido trabajar mucho, porque el dolor de muelasno le ha permitido trabajar tres días.No llegó al partido con el Betis en su condición óptima y estos minutos le han venido bien”. Aunque el rictus cambió respecto a la víspera del Villamarín. “Ha perdido la muela y creo que no la va a recuperar”, bromeó. La muela no volverá, pero necesita que vuelva Mbappé.

Los números no siempre reflejan la realidad en el fútbol. Pero en este caso la radiografían. El único intento de Mbappé ante el Atleti llegó desde fuera del área. Con la zurda y sin mucha fe, a las manos de Oblak. Sus regates fueron siempre cruz (0 de 4), no forzó ninguna falta (Vinicius, en contraposición, cuatro), perdió 12 balones (su cuarta peor cifra como madridista), firmó su día más oscuro en duelos ofensivos (2 de 10), el porcentaje en pases más bajo de los jugadores de campo (82,5%, solo por delante de Courtois y su 79.2%) y ninguno terminó con éxito en el área rival. Una sombra de sí mismo.

Amén de dejar un fallo de cálculo y ejecución al que se aferra Simeone. Con la bocina tintineando y el 2-1 en el marcador, Kylian ganó línea de fondo, pero erró un pase a Vinicius que mataba al Atleti. Manos a la cabeza del madridismo, sonrisa del Cholo: “Esa esperanza que no fue gol nos da una puerta abierta para lo que viene…”. Mbappé pasó de puntillas por la ida de octavos de Champions. Como lo hizo por el Villamarín: 68% en pases, 64% en el último tercio, ningún tiro a puerta ni asistencia, 50% en regates (3 de 6)…

Del dolor de muelas a volver a serlo

Ya se levantó Mbappé de un tramo pantanoso. “Lo que me pasó fue mental. […] Y en Bilbao me di cuenta de que ya no podía hacerlo peor. Fue ahí cuando me dije ‘vamos, no has venido a Madrid para jugar mal”, reconoció. Fue un propósito de enmienda para salir del barbecho. Lo hizo. Y de qué manera. En esta ocasión no hay alarma. Lo físico no preocupa. Tampoco lo mental. Desde el cuerpo técnico entienden que no es más que falta de rodaje. Dos accidentes. Sin más. Y el domingo tendrá la oportunidad de volver a sacar brillo a sus colmillos ante el Rayo. Con la revancha personal ante el Atleti el miércoles… Ancelotti tiene clara la receta: paciencia. Mbappé también: borrón y cuenta nueva.

Porque la cara de un calendario lleno de cruces es la inmediatez. Para lo bueno y para lo malo. No hay que olvidar que entre el Girona y el Atlético han pasado apenas nueve días. Tres partidos y solo dos jugados, sí, pero poco más de una semana. Y en esa victoria ante los gerundenses, Kylian, aunque no celebró, sacó el fusil. Probó el disparo en seis ocasiones (una entre Betis y Atleti) y se topó en tres de ellas con Gazzaniga, asistió a Vinicius en el 2-0 final, creó cinco ocasiones de gol (dos entre Betis y Atleti) y generó 0,93 goles esperados (0,03 entre Betis y Atleti). El gol es mucho, pero no lo es todo. Aquel día, aun sin zarpazo, sí fue Mbappé. Después llegó el paso por el dentista. Parece un mundo, pero es un suspiro. Y ahora, el objetivo es claro. Del dolor de muelas a volver a serlo.

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