Parceros, Restrepo demostrará su categoría frente al Pereira | OneFootball

Se viene un partidazo de esos que se sienten en el pecho, mi hermano. Este lunes, el Atanasio se va a vestir de gala y de rojo pa’ recibir a un Alejandro Restrepo que se va a jugar algo más que tres puntos… se va a jugar el corazón, la historia y una clasificación que nos tiene a todos soñando. ¿Y sabe qué? El profe ya sabe lo que es poner a vibrar a una hinchada.

El man está listo pa’ demostrar por qué es uno de los técnicos más tesos del país. Restrepo no solo viene con libreta táctica, viene con alma, con ganas, y con la energía poderosa que solo da dirigir al Medallo. Este partido es especial para él… y se nota, parce. Lo enfrenta con la seriedad de un final y con la pasión de quien sabe lo que significa esta camiseta.

¿Y por qué es especial? Pues claro, mi llave, porque el rival es el Pereira, ese equipo que lo vio salir campeón, que lo aplaudió con fuerza, y al que le guarda respeto. Pero esto es fútbol, y hoy el corazón de Alejandro late en rojo y azul. Hoy su bandera es la del Poderoso. ¡Y eso se siente en cada rueda de prensa, en cada mirada al césped!

Restrepo sabe que el Atanasio no es solo un estadio, es una caldera llena de sueños, de aliento, de historias que se tejen desde la tribuna hasta el banco. Y este lunes, el combo poderoso no va a fallar. Vamos a estar ahí, con la voz al cuello, dejando la garganta por el equipo y por un profe que nos tiene ilusionados.

Lo que está en juego no es cualquier cosa, parceros: es la clasificación, es seguir soñando con la estrella, es seguir creciendo como equipo y como hinchada. Y Alejandro lo tiene clarito. El mensaje es uno solo: “Aquí estamos para dejarlo todo por Medellín”. Y cuando un técnico se conecta así con su gente, todo es posible.

Este lunes no es un día cualquiera, es un capítulo que puede marcar la historia del DIM. Con Restrepo al mando, el equipo ha mostrado carácter, orden, y sobre todo, amor propio. El profe no vende humo, el profe construye procesos. Y este es el momento de consolidarlo, de gritarle al país que Medellín está más vivo que nunca.

Así que vos, hincha poderoso, ya sabés lo que toca hacer: camiseta puesta, alma lista, garganta afinada y el corazón dispuesto a latir al ritmo de este partido. Vamos todos al Atanasio, vamos a rugir como uno solo y a empujar a Alejandro y a los muchachos hacia esa clasificación. Porque en Medellín no se juega, en Medellín se deja la vida.