MiBu Media Group
·27 octobre 2024
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Union Berlin y Eintracht Frankfurt protagonizaron un partido de emociones fuertes en Köpenick que finalmente ha terminado en empate a uno.
Los Eisernen han tenido que remar contracorriente tras el tempranero gol de Götze, pero con mucha intensidad y una fuerza de voluntad de hierro han logrado igualar el partido e incluso ponerse por delante. Lástima que la jugada comenzara con un fuera de juego milimétrico de Trimmel que dejó la remontada a medias.
Se enfrentaban en Berlín dos de los equipos que mejor han empezado la temporada y ambos demostraron por qué hay que tenerlos muy en cuenta. La previa, con un gran ambiente en las gradas local y visitante ya prometía, pero cuando rodó el balón fue todavía mejor. El Eintracht salió al partido con la idea de dominar el balón, aunque ya conocemos al Union, que se siente cómodo sin el esférico, saliendo a la contra. Sin embargo, el plan de Svensson se fue al traste cuando en una confusión entre Leite y Trimmel en el área, el balón quedó muerto para que Götze marcara a placer.
Los berlineses se pusieron el mono de trabajo y pelearon en cada centímetro del campo para ir acercándose al área de Trapp. Hollerbach lideraba las ofensivas, apoyado también en un habilidoso Vertessen y las llegadas con peligro desde los laterales. Pero Marmoush y cía también hacían de las suyas para aumentar la distancia, como en un par de balones parados a poco del descanso. Se llegaba a la media parte con la victoria por la mínima de los de Frankfurt. Aun así, el Union todavía no había dicho su última palabra, estaba claro que no se iban a rendir…
La segunda mitad comenzó siendo un vendaval de los Eisernen. Rothe de un tiro desviado y Trimmel con un zapatazo al palo estuvieron a punto de poner un empate en el marcador que no llegaba. La afición ejerció de jugador número 12 y el equipo fue acorralando a un Eintracht que no podía mantener el ritmo de un Union que estaba en modo «estampida». Svensson puso más madera desde el banquillo, subió la línea defensiva hasta el centro del campo y no dudó en ir a por el partido. El atrevimiento tuvo recompensa y una gran jugada entre el recién salido Skov y Hollerbach, terminó en una perfecta vaselina del alemán. Hubo que esperar a la confirmación del VAR para poder celebrarlo…
Tras el tanto, llegó la expulsión del lateral Theate por doble amarilla. Discutió la decisión y calentó más al público que estaba preparado para unos últimos 15 minutos de infarto. Pero los jugadores bajaron revoluciones porque el ritmo infernal que les había llevado al empate era imposible de mantener. Aun así se preveía un arreón final que desde luego llegó. Bénes y Skarke, ambos salidos desde el banquillo, fabricaron una gran jugada para marcar el 2-1 y poner el estadio patas arriba. Mientras los Unioner celebraban, el VAR miraba un fuera de juego previo de Trimmel. Finalmente, este se confirmó y el tanto fue anulado por apenas unos milímetros. Fue un chasco, pero al menos quedó la sensación de que este Union no se rinde y que puede pelear contra cualquiera. El consuelo, un punto más, invictos en casa y con la ilusión del partido de Copa del miércoles.