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REVISTA PANENKA
·13 février 2025
Y Román inventó a Riquelme
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·13 février 2025
El fútbol es un juego complejísimo, pero ocurría tan despacio en los pies de Juan Román Riquelme, que por un momento parecía que pudieses apreciar todos sus detalles, como cuando ves el video de un accidente en cámara lenta. Siempre me impresionó esa forma de imponerse a la voracidad del tiempo. Esa pausa cósmica. Su rareza irresistible. Era un misterio, porque aquello no tenía explicación: cómo un tío tan quieto hacía que todo se moviera tan rápido. Hay dos clases de jugadores legendarios, los que admiten una teoría que justifique sus extraordinarias carreras —técnica sublime, velocidad diabólica, determinación de hierro, obsesión por el trabajo, ambición desmedida— y los que no. Él era de los segundos. Quizá por eso tantos quedaron petrificados ante su talento, como moscas atrapadas en la miel. Enric González nunca logró liberarse: ese tipo, escribió, podía permanecer casi inmóvil y conseguir que a su alrededor todo girase a una velocidad vertiginosa. Jorge Valdano tampoco salió del asombro: “en la época de las autopistas”, resumió, “Riquelme prefiere viajar mirando el paisaje”. Aunque tal vez el más trastocado fue Claudio Borghi, que lo entrenó en Argentina: “Román es diferente a todo el mundo. Algo muy raro. Como una mina con tres tetas”. Ningún experto pudo dar con el secreto. Tampoco ayudó el jugador, esa austeridad expresiva de niño recién llegado a un colegio nuevo. Jamás la belleza fue tan fría. Ni tan poco adrenalínica. Para dominar los partidos, no había que meterle huevos, había que meter a Riquelme, y dejar que el genio hiciera lo suyo. Si la jugada pasaba por él, se abrían infinitos caminos. No sacaba un conejo de la chistera: sacaba cien. Frenó cuando todos corrían, calló cuando todos gritaron. Se salió de la cadena de montaje. Ya no existen futbolistas así. El locutor lanzó una súplica: “¡Invente, Román, invente!”. Y Román inventó a Riquelme. Y luego destruyó la receta. Tenía sus razones: nadie ha podido olvidarlo todavía.
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Fotografía de Getty Images.