El partido que puede cambiar el verano del Zaragoza | OneFootball

Apenas unos días después de certificar la permanencia en Segunda División y despedirse de La Romareda con un ambiente festivo, el Real Zaragoza afronta su último partido de la temporada con una motivación menos visible en el césped, pero de relevancia directa para el futuro inmediato de la entidad: una cuestión económica que podría condicionar la planificación del próximo curso.

El encuentro frente al Castellón en Castalia, a priori intrascendente en lo deportivo tras alcanzar el objetivo de la salvación, tiene asociados hasta 270.000 euros en juego según el reparto de los derechos televisivos en Segunda División. Esta cifra depende íntegramente de la posición final que ocupe el equipo en la clasificación, una variable que oscila en el caso zaragocista entre el puesto 13 y el 18 tras la jornada definitiva, en función tanto del resultado propio como del desenlace de partidos de rivales directos como Málaga, Deportivo, Sporting y Córdoba.

A diferencia de otras categorías, la Segunda recibe solo el 10% de los ingresos audiovisuales generados por LaLiga —alrededor de 160 millones de los 1.600 totales—, y el 15% de ese monto total se distribuye precisamente según la ubicación final en la tabla. Para los clubes que apuran sus opciones de mejora en la clasificación, ese porcentaje descendente representa un incentivo tangible, ya que la diferencia entre escalar o caer en este tramo equivale a una parte sustancial del margen salarial de la plantilla.

La gestión de estos ingresos resulta clave tras una campaña marcada por la inestabilidad deportiva y la necesidad de reforzar el proyecto con una nueva reestructuración estival. Los ingresos del último puesto por mérito clasificatorio repercuten de manera inmediata sobre el límite salarial asignado por LaLiga y, por tanto, en la capacidad de la dirección deportiva para maniobrar en el mercado estival, especialmente en un momento de transición y de expectativas renovadas entre la afición tras la reacción en el tramo final.

A pesar de que suele percibirse cierta desconexión en partidos con “deberes hechos” a nivel de salvación, la realidad financiera de la Segunda convierte el choque en Castalia en algo más que un trámite. Una victoria y una combinación favorable de resultados podría permitir al Zaragoza aspirar a la parte más alta de esa horquilla económica, obteniendo 54 puntos y optando al mejor reparto posible frente a alternativas menos ventajosas que, en el actual contexto presupuestario del club, podrían condicionar movimientos clave desde el inicio del verano.

La atención, pues, trasciende lo estrictamente deportivo y sitúa el foco en una variable que, aunque menos vistosa, determinará los márgenes con los que el Zaragoza intentará consolidarse y evitar, una vez más, los apuros de esta temporada.

Source: El Periódico de Aragón