Versus
·28 Februari 2025
Gustavo Costas, el hincha y conductor de un Racing que brilla en las copas
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·28 Februari 2025
Gustavo Costas celebró este viernes su cumpleaños 62, y fiel a su condición de fanático y a la vez entrenador de Racing, no encontró nada más importante que celebrar con sus dirigidos la obtención de la Recopa Sudamericana con una brillante actuación sobre el brasileño Botafogo.
En apenas tres meses, Costas consiguió darle a la Academia, un histórico del fútbol argentino, dos coronas a nivel internacional después de 36 años de espera, corolario de un club que tuvo épocas de gloria, conoció las penas del descenso, de estar a punto de desaparecer por crisis económicas, y renació para volver a codearse con los grandes.
Nacido en 1963, Costas apenas caminaba cuando era la mascota que acompañaba la formación albiceleste en la dorada época del "Racing de José" (Pizzutti), que ganó el torneo argentino en 1966, la Copa Libertadores 1967 y la Copa Intercontinental 1967.
De sangre celeste y blanca, Costas fue defensor central como futbolista de Racing, para el que disputó 337 encuentros, con 9 goles, sufrió el dolor del descenso a segunda división en 1983, y participó luego en los últimos dos títulos internacionales hasta hace poco, la Supercopa Sudamericana 1988 y la Supercopa Interamericana del mismo año.
- El regalo prometido -
Ligó su vida una y otra vez a Racing, aun cuando no le fue bien, como en sus dos primeros ciclos como DT, en 1999 y 2007, para dirigir al club cuando más lo necesitaba, y en su tercera etapa, desde comienzos de 2024, encontró la llave para llevar a su amada Academia a la obtención de la Copa Sudamericana, y ahora, de la Recopa.
"Me dieron el mejor regalo. Este es un regalo espectacular, es el cumpleaños más lindo que voy a pasar en mi vida", fue lo primero que dijo Costas tras la consagración ante Botafogo, el campeón de la Libertadores, al que venció con claridad por 2-0 en el Cilindro de Avellaneda y por idéntico resultado en el Nilton Santos de Río de Janeiro para un 4-0 global contundente.
"Estos chicos (los jugadores) se merecen todo, demostraron el compromiso que tienen con el club y entre ellos. Este equipo es para sacarse el sombrero. Hicieron dos finales como había que jugarlas. No queríamos perder acá (en Río) 1-0, queríamos ganar las dos finales. Es un grupo humilde, que sabe lo que quiere, y por la camiseta se tira de cabeza", dijo el DT.
A su modo, Costas supo inculcarle al plantel su sentido de pertenencia al club, y a modo de ejemplo, en las últimas semanas, cada vez que veía pensativo a un jugador le preguntaba "¿en qué estás pensando?", y la respuesta debía ser "en la Recopa Sudamericana", para no generar el reproche del entrenador, obsesivo con misión de conseguir éxitos internacionales.
"Les contamos lo que significa Racing, pero a veces me paso (excedo). Cuando perdemos por eso, la culpa es mía", contó el DT a modo de autocrítica, pero de inmediato se enfocó en la próxima gran meta, la Copa Libertadores que la Academia alzó por primera y única vez hace 48 años.
- La Libertadores, objetivo 2025 -
"Racing necesitaba algo internacional. Después está la Libertadores. Es un sueño y los sueños hay que buscarlos. Queremos llevar a Racing a lo más alto, y hay que poner la vara más alta. Ganamos dos trofeos después de 36 años, pero no nos podemos quedar con eso", amplió sobre la próxima meta albiceleste.
Detrás de la imagen de Costas están, por un lado, Víctor Blanco, el presidente que lo convocó cuando nadie estaba convencido de darle otra oportunidad, y Diego Milito, otro exjugador histórico y sucesor de Blanco desde fines del año pasado, cuya primera misión fue ratificar al DT en su cargo, como prueba de que su función estaba por encima de la política del club.
En lo futbolístico, el entrenador convirtió a Racing en un equipo que se siente protagonista en cualquier cancha, con un equipo intenso y dos delanteros –Maxi Salas y Adrián 'Maravilla' Martínez- que suman goles y presión en ataque, más el apoyo del resto, a tal punto que los goles en Río los anotaron dos volantes, Matías Zaracho y Bruno Zuculini.
"Estos chicos se tiran de cabeza por el club. Vamos a seguir trabajando para que el club esté en donde tiene que estar. Internacionalmente estamos bien posicionados, tenemos la Libertadores este año. No nos vamos a conformar, porque sentimos que estamos para mucho más y vamos a trabajar en pos de la Copa", expresó Zuculini.
Costas dedicó el triunfo a los dos hinchas de Racing que fueron heridos de bala en un incidente en las calles de Río el día previo a la final, a los que además fue a visitar al hospital, otra muestra de su dedicación las 24 horas al club que lleva en el alma y que lo tiene, ahora más que nunca, entre sus grandes ídolos históricos.
AFP.